Una súbita plaga de criaturas oscuras asola la ciudad de Philadelphia.
Byron y Nevi son dos solitarios cazadores que han dedicado toda su vida a exterminar seres sobrenaturales.
Aliados por una causa común, tendrán que luchar para mantener a raya l...
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Nombre completo: Abel Reese
Edad: 11
Virtudes: intuitivo, alegre, honesto.
Defectos: asustadizo, desconfiado.
Le gusta: las arañas, los animales, las historias y cuentos.
No le gusta: la gente adulta.
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Abel es, curiosamente, de entre mis cuatro personajes creados para esta historia, quien me ha dado más dificultades a la hora de manejar. Al principio porque no tenía experiencia escribiendo con niños tan pequeños; pero conforme avanzaba la trama, porque me di cuenta de que su personalidad era compleja de manejar en general.
Al principio, cuando los imaginé, su personalidad y la de Micah estaban bastante invertidas. Micah iba a ser el hermano serio y difícil y Abel una parte más suave de la ecuación; pero finalmente terminaron invirtiéndose y Micah acabó siendo la parte más abierta y sociable y Abel todo lo contrario. Y aunque este último se desvió bastante de mi idea inicial, adquirió por otro lado una serie de rasgos interesantes que no había pensado sino hasta que empezó a desenvolverse en la trama y los cuales poco a poco me hicieron sentido dado su pasado trágico y los traumas que lo marcaron; como su mala actitud hacia cualquier adulto, obra de su miedo internalizado a los mismos, su personalidad caprichosa dado a que Micah suele ser consentidor con él para no herirlo, y la posesividad que siente por su hermano a raíz de su terror a que algo pueda pasarle.
Más tarde, cuando lo desarrollé mejor, igual que con Nee (y mi tipo favorito de personajes en general) tenía en mente la idea de que fuera difícil para la gente quererlo y empatizar con él desde el inicio; esto debido a su codependencia por Micah, su carácter esquivo y hostil, y su actitud infantil para su edad. Por lo que fue una sorpresa ver que tuviera tan buena recepción. ♥
Escribir con él todavía resulta algo difícil; pero se ha ido haciendo más fácil conforme más nos adentramos en la historia Nono y yo, y gracias a su chica, Cassie, he podido explorar facetas de él que en principio no sabía que tendría; como su gusto por los juegos y su curiosidad natural de niño, que aflora a través de las cosas que ella le enseña y que Micah, por su edad, no puede.
¡Espero que estén disfrutando la historia hasta ahora, mis amores! Y que vayan descubriendo conmigo cada vez un poco más de esta adorable pelusa blanca y esponjosa de amor que es mi pequeño albino. Con Micah. Y exclusivamente con Micah. Y a veces con Cassie. ♥
