19: Dignidad

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Dedicado a alemrusso que es paisana, y sus comentarios me hacen reír :) ¡Que lo disfrutes! ❤

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Carajo, estaba exhausto.

Mis horas de sueño se habían reducido considerablemente en los últimos días, como sucedía en época de parciales. Era mi primer año en la universidad, todavía cargaba con las malas costumbres del colegio donde uno cree que «estudia mucho», y en realidad ni siquiera se nos prepara para la mitad de las obligaciones que la universidad genera.

Época de parciales era igual a época de zombis.

El asistente del profesor de Matemática nos dio una clase recuperativa ese miércoles, dado que el día anterior presentamos un parcial y hubo tantos aplazados que el profesor sintió lástima por el curso y decidió repetir el examen. No era una práctica común, muchos de mis otros profesores simplemente se quedaban con la nota del parcial y si tenías que repetir la materia, era, en pocas palabras, tu maldito problema.

El asistente me entregó mi hoja corregida con la nota del profesor escrita con marcador rojo.

45/100.

—La puta que los parió a todos —murmuré, y por suerte nadie me escuchó.

Necesitaba repetir ese examen y sacar por lo menos ochenta puntos para no tener que preocuparme por el último parcial de la materia. No tenía ni idea de cómo iba a lograrlo.

—¿Cuarenta y cinco? —preguntó Manu con sorpresa. Robó el examen de mis manos, lo revisó y luego frunció el ceño— Ahora entiendo. Tienes casi todos los procedimientos equivocados.

—¿De verdad? Disculpa, el número cuarenta y cinco escrito en marcador rojo no me llevó a la conclusión de que tengo casi todos mis procedimientos equivocados.

Manu me dio un golpe en el hombro como queja, pero me sonrió. Habíamos sido amigos desde el colegio, así que era agradable que también fuéramos compañeros de curso en la universidad. Nos la llevábamos bastante bien, se había convertido en un hermano para mí.

Mientras guardaba mi examen en el bolso, recibí un mensaje.

Belén: ¿Estás en casa? Mi tía Cata me dio un regalo para ti hace unos días, y había olvidado dártelo. Puedo pasar rápido, si no te molesta. :)

Por supuesto que no me molestaba. Todo lo contrario.

—Vaya, vaya... —pronunció mi amigo, espiando sin recato el chat en mi celular— ¿Estás hablando de nuevo con Belén?

—Estarás perdiendo kilos, Manu, pero nada que pierdes tus ganas de meterte en conversaciones ajenas.

Aceleré el paso a través del pasillo, sabiendo que me seguiría hasta obtener las respuestas que quería. Él también era amigo de Belén así que conocía toda nuestra historia, y por ello creía que era libre de hacerme bromas que nunca me causaban gracia.

Una sonrisa por alfajores © ✓ | (Watty 2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora