Una sonrisa por alfajores © ✓ | (Watty 2019)

50: Persona favorita

Dedicado a danareyes24 por ser fiel lectora de esta historia. Espero que te guste, linda♥

La alarma comenzó a sonar, y estuve segura de que jamás había odiado tanto un sonido en toda mi vida.

Andrés había dejado su celular en la mesa de noche de su cama, es decir, en el otro extremo de la habitación. Por más que le insistí para que se despertara y apagara su celular, se rehusó a moverse o siquiera abrir los ojos. Me tocó levantarme para detener aquella cancioncilla insufrible, y me vi tentada a estrellar su teléfono contra la pared tal como había hecho con el mío, pero logré contenerme.

Volví a la cama y acurruqué entre sábanas otra vez.

—Te toca bañarte primero —le dije a Andrés, sacudiendo su hombro.

—No —respondió tras un gruñido. Finalmente abrió los ojos y fue haciéndose consciente de dónde estaba y cómo había llegado hasta acá—. Tú tardas más. Báñate primero.

—No me quiero ni mover —me quejé. Mi cuerpo se sentía bastante pesado, no tenía idea de cómo demonios caminaría hasta el baño.

—¿Recuerdas la conversación que tuvimos ayer sobre los defectos? —preguntó y asentí—. Tengo que añadir un defecto tuyo a la lista: tu aliento por las mañanas.

No supe si reírme u ofenderme, pero mi inconsciente me traicionó y terminé por soltar una pequeña carcajada.

—Tú no te quedas atrás.

—Y como no te apresures, empezaré a llenarte de besos con mal aliento.

Terminé levantándome, no porque no quisiera besarlo, sino porque teníamos el tiempo contado. Fui la primera en bañarme, y agradecí que la ducha no fuera transparente porque mientras yo me aseaba, Andrés decidió cepillarse. Yo hice lo mismo cuando fue su turno.

Estuvimos listos en apenas treinta minutos.

—Tu papá salió hace poco más de una hora —anunció Andrés, revisando su celular.

Mis manos temblorosas guardaron todas mis pertenencias en la mochila que había traído y ambos nos aseguramos de no dejar nada en la habitación. Bajamos a desayunar lo más rápido que pudimos. Mientras nos atragantábamos con medialunas, Andrés consultó la dirección de mi abuelo en su aplicación de Mapas. Debíamos tomar dos autobuses y caminar un poco.

Al salir del hotel, me quedé congelada por algunos segundos.

Iba a pasar. Iba a ver al abuelo.

¿De verdad ocurriría?

—¿Belu? —llamó, tendiéndome su mano.

Me quedé observándolo, dándome cuenta de algo: a excepción de las ocasiones en las que nos habíamos besado, Andrés y yo jamás nos habíamos tomado de la mano.

Mis dedos acariciaron su palma y terminaron por entrelazarse con los suyos, revitalizando cada fibra de mi cuerpo, recordándome que todo esto era real. Me sonrió y no pareció notar todo lo que aquel gesto significaba para mí, dado que comenzó a caminar en dirección a la parada de bus. Él andaba tranquilo, supuse que el tener una novia durante meses le ayudó a percibir este tipo de detalles como cotidianos.

En cambio, esta era la primera vez que yo caminaba de manos con un chico. En público.

Con cada paso que daba mi cuerpo vibraba, flotaba.

Estaba nerviosa por la situación que estaba a punto de vivir, pero Andrés me hacía sentir segura, como si él estuviera dispuesto a atraparme tras mis caídas.

Había sido así durante nuestra niñez y parte de la adolescencia. Pero ahora, todo a su lado se multiplicaba por un millón.

Después de todo, él había sido mi persona favorita en el mundo.

Y todavía lo era. 

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¿Qué les pareció todo? ¿Qué esperan que suceda ahora?

No puedo creer que llegáramos hasta este punto. Cuando uno planifica historias y va superando partes de la trama, se queda como "¿cuándo pasó tan rápido?". || A partir de ahora sí que viene drama familiar, tanto por el lado de Belu como por el de Andrés. Espero haber cumplido con sus expectativas♥.

Gracias siempre por el cariño, por leer, y por simplemente permanecer acá. Son lo mejor.♥