Belén hará todo por saber quién es su padre biológico mientras intenta recuperar su relación con Andrés, su vecino y amigo de la infancia.
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Tras la profunda curiosidad sobre el paradero de su padre biológico, Belén comienza a indagar más acerca d...
Dedicado a mi hermana menor wafflesunrise que hoy está de cumpleaños (y que no me lee en Wattpad porque prefiere fanfics de bandas coreanas. Te someto al escarnio público para que reflexiones, sis. jajaja). Te amo. ¡Feliz cumpleaños!
Dedicado también a la segunda cumpleañera AimeFigueroa, que es toda una cosita preciosa. Feliz cumple, chiqui.
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Andrés me había dicho que yo le gustaba.
Aquella declaración era ilógica. Habíamos pasado cinco años sin hablarnos, por no mencionar que el día de nuestra pelea él dejó bastante claro que yo no le gustaba ni le gustaría jamás. Apenas empezamos a interactuar de nuevo unas pocas semanas atrás, ¿de dónde había sacado que yo le gustaba?
«Me has gustado siempre.»
Vaya que Andrés sabía cómo dejar mi mente en blanco.
Él seguía ahí, a una distancia peligrosa, con sus ojos achocolatados apoderándose de los míos y a la espera de una respuesta. ¿Qué demonios debía responderle si lo que hizo fue generar un cortocircuito en mis pensamientos y sentimientos? Mis manos comenzaron a sudar, y me faltó el aire.
—Yo... Es que... —balbuceé—. ¿Cuán...? ¿Cóm...? Yo... Es que no lo entiendo.
—No te hablé de física cuántica, sino de algo muy simple. Pero con mucho gusto podría repetírtelo hasta que lo entiendas.
—Entonces repítelo —pedí.
—Me gustas. Me gustas tanto que apareces en mi cabeza cuando me levanto, cuando me duermo, y cuando me descuido. Me gustabas antes de nuestra pelea, pero era muy inmaduro como para reconocértelo. Me gustas ahora, y no sé cómo lidiar con ello. Me gustarás siempre, porque simplemente no puedo evitarlo.
No hubo sarcasmo o dudas, solo certeza y determinación. Allí estaba él, siendo honesto con sus sentimientos, declarando lo que una vez quise escuchar, pero jamás imaginé que sonaría tan bien. No estaba segura si después de tantos años me gustaba Andrés de esa manera, no tras todo el daño que nos hicimos y de tanta ausencia. Corrección, no sabía si era sano para mí dejarme llevar por lo que alguna vez creí haber sentido por él. Por eso mi plan original era solo recuperar su amistad.
No obstante, me había gustado su confesión. Tanto, que una sensación de vértigo me invadió, y le devolví una sonrisa atontada disfrutando de su cercanía, del aroma de su colonia, y de la pequeña burbuja que se formó, apartándonos de todo lo que nos rodeaba.
Mi corazón bombeaba sangre con fuerza, y en esta ocasión, fui yo la que se acercó un poco más. Mis ojos apreciaron el tono rosa de sus labios recién humedecidos, lucían tan provocadores. Yo misma relamí los míos, experimentando un deseo y una necesidad que no había sentido antes.
