[4] TOCADISCOS ━━ harry potter

thriller

vi.

BILLIE JEAN DESPERTÓ LA MAÑANA del 31 de octubre en la enfermería. Ron, sentado en la silla junto a su camilla, bostezó y rezongó con pereza al darse cuenta de que Billie Jean tenía los ojos abiertos. Él sostenía los bolsos llenos de libros de ambos.

—Susan y Chris te mandaron la tarea —anunció Ron, con una mueca. Billie Jean parpadeó, se enderezó y se rascó el párpado, aún dominada por el sueño. Ron sonrió, estirándose para dejar caer la bolsa sobre su regazo y mirarla fijamente—. ¿Cuánto tiempo nos tendrás mintiéndole a Harry y Tom? Se pone aterrador, BJ.

—¿Por qué lo dices? —Ladeó la cabeza, confundida. Ron había sido el primero en enterarse de que Billie Jean cayó víctima de una broma pesada por parte de un par de Ravenclaw que iban cursos más arriba que el de ellos; y aunque gritó groserías y planes de venganza, accedió a no decir ni una palabra.

Eso no implicó mantener la verdad lejos de Susan y Chris, que le exigieron decir lo que le ocurría y el porqué tenía que quedarse tanto tiempo en la enfermería. Billie Jean no quería preocupar a sus demás amigos, y ellos aceptaron no decir nada por muchas preguntas que Tom y Harry les hicieran.

—¡Porque son aterradores! —explicó Ron, con ademanes exagerados—. Estoy seguro de que los oí conspirando venganza durante Encantamientos. Daphne Greengrass estaba allí e incluso ella se veía preocupada.

Billie Jean tragó saliva. Ella conocía a Tom, su vena vengativa y busca problemas. Además, si los dos meses que han sido amigos son suficientes para que se haga una idea de la personalidad de Harry Potter; no le sorprendería que esos dos terminaran incendiando el colegio si llegaban a enterarse de lo que realmente sucedió aquel día.

—Estás exagerando, Ronnie. —Billie Jean sacudió la cabeza—. No tienen manera de saber. Te lo aseguro.

—Si tú dices. —Ron se encogió de hombros, aunque sus ojos lucían desconfiados—. Por cierto, iba a traerte a Gato. ¡Casi logró morder a Scabbers! 

Ella hizo una mueca, segura de lo que vendría. Ron se quejaba mucho de su rata mascota, de lo inútil que era y que no hacía nada más que comer y dormir. Aún así, Ron amaba a esa rata, y ella sabía que intentaría tirar a Gato al fuego si algo le sucedía a Scabbers por su culpa de su felino.

—Susan debió haberlo dejado suelto en la habitación.

—Chris lo sacó antes de que se la comiera. —El ceño de Ron se suavizó, rascándose la nuca con nerviosismo. Sus orejas se colocaron rojas de repente, avergonzado—. Pero luego Susan no lo encontró y no sabemos a donde pudo...