flares, pt 1

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xxi.





ANTE LO QUE SUCEDIÓ, EL DIARIO DE T.M RIDDLE NO PUDO importarle menos a Harry.

Pero primero, la historia completa. 

El día de San Valentín, 14 de febrero, se había levantado por los maullidos de un gato y una cola peluda haciéndole cosquillas bajo las narices. En cuanto Harry abrió los ojos, se encontró la mirada felina de la mascota de Billie Jean, Gato, recostado justo frente a su cara. Harry bostezó, tomando el torso de Gato y acostándolo encima de su estómago, dándose cuenta tardíamente que tenía los dedos manchados de carboncillo (no había vuelto a tener pesadillas, pero el insomnio pudo con él a eso de las dos de la madrugada), y había dejado virutas oscuras en el pelaje de Gato. 

Tenía un dibujo arrugado junto a la almohada.

— Es bueno volver a verte, Gato — murmuró Harry, rascando las orejas anaranjadas y sonriendo ante el ronroneo que emitía el felino. Su mano libre desdobló la hoja del dibujo y no pudo evitar fruncir ligeramente el ceño al ver los trazos de lo que parecía un espejo roto — A este paso, comenzaré a creer que enserio soy vidente. ¿Tú qué crees, Gato?

Gato maulló. Harry decidió que estaba loco si quería hacer una conversación con el animal.

Fue entonces que se dió cuenta lo tarde que era, porque no escuchaba las burlas de Tom que estuviera hablando a la mascota de Billie Jean (quien odiaba a todos, excepto a su dueña y a Harry, aparentemente). Se alistó a toda velocidad y dejó libre a Gato para pasearse por su habitación, enrollándose la corbata alrededor del cuello y tomando la bolsa de sus libros encima del escritorio que compartía con su mejor amigo.  

Cuando llegó al comedor, pensó que se equivocó de puerta, porque parecía una escena de terror con colores rosados y corazones cayendo en todas partes.

— ¿Quién vomitó arcoíris aquí? — Harry preguntó a Tom, sentándose a su lado. Este tenía confeti encima de todo el cuerpo y unas serpentinas sobre la cabeza. Frente a él, Draco era el único que parecía librado del ataque repentino de corazones; hasta Theo tenía parte de su rostro manchado de brillantina.

— ¿Y quién más crees? — preguntó Tom, quitándose la serpentina de la cara. Rodó los ojos y señaló a la mesa de los profesores, donde el único que no tenía cara de asesinato era Lockhart, quien de hecho, sonreía de oreja a oreja como si hubiera presenciado una gran hazaña.

Harry suspiró.

— ¿Por qué no me sorprende?

— Porque es Lockhart — dijo Daphne, mordiendo su tostada. 

[4] TOCADISCOS ━━ harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora