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HARRY SABÍA CÓMO SONABA todo este asunto.
Las miradas sorprendidas que recibió de sus mejores amigos y su novia no fueron una perspectiva nueva para él. Si era sincero, él mismo quería fingir una sonrisa y asegurarles que era una broma, que los sueños con el ciervo resucitado dejaron de atormentarlo después de los mundiales, que Voldemort y su secuaz (daría un brazo era Chase Prince) no planearon matarlo, y además mataron a alguien en el proceso, que los recuerdos constantes de la vida de su padre se trataban de alucinaciones de su don y que no estaba volviéndose loco por la idea de James Potter siendo un jodido mortifago.
No podía hacer eso, porque estaría mintiéndose y a sus amigos. Harry ya aprendió la lección de cuán peligroso era hacer las cosas solo.
— ¿Cómo? — Daphne habló primero. Harry agradeció en silencio el hechizo de privacidad que Tom le suplicó a Avery enseñarle, no tenía cabeza para preocuparse de si alguien los escuchaba y lidiar con el chisme sobre Harry Potter soñando con su padre muerto, de todas las personas, como un mortifago — Quiero decir, Harry, tu padre odiaba las artes oscuras.
— Y esa la única manera para que siga vivo — añadió Billie Jean, tragando saliva. El conflicto interno de su novia fue evidente, al pendiente de sus ojos grisáceos apagados de preocupación. Ella quería apoyar su razonamiento, pero la imagen era tan loca e ilógica que le resultaba difícil. Harry no la culpó. — He leído los libros de mi padre, la magia no tiene limitaciones y la única forma que no recurramos a ella es por la etiqueta de oscura que se le ha dado. Esto no tiene sentido.
— ¿No recuerdan lo que dijo Theo el día que le pregunté de los inferi? — preguntó Tom, con una mueca en el rostro.
A Harry le dolió llegar a ese punto, porque había sido lo primero que consideró cuando las palabras James Potter sigue vivo cruzaron su mente. La simple idea que alguien perturbara de aquella forma el descanso eterno de su padre, que sacara el cádaver de donde diablos lo hayan enterrado 13 años atrás... Le daba nauseas.
— Lo hago — él murmuró, alejando el plato frente a él. Ya no quería comer — Por eso no creo que mi padre planeara mantenerse con vida si llegaba a morir. Otra persona debe estar manipulando su cuerpo. Además... — se obligó a hablar, sin querer mirar las reacciones de sus mejores amigos a las dudas que le carcomían desde que las visiones iniciaron — El año pasado habló conmigo ¿Recuerdas, BJ?
— El patronus del lago — ella murmuró, los ojos brillantes ante el recuerdo.
— Era él — Harry encogió los hombros, su temblor no ayudó a mantener una fachada de calma. Tuvo que respirar hondo para que la voz saliera completa y no trabarse a mitad de camino por las ganas de llorar que azotaban su pecho — Mi padre hizo ese patronus, el del ciervo, y creyó en mí para hacer el mío propio. La luz verde que vi ese día... era la maldición asesina. Lo revivieron, se escapó, me encontró y trató de ayudarme, quien sea que esté haciendo este juego macabro volvió a matarlo cuando notó que logré verlo.
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[4] TOCADISCOS ━━ harry potter
FanfictionCuando las cartas de Hogwarts arriban al pequeño apartamento de Lambeth que Billie Jean comparte con su tutora, Cher, y su hermano mayor, Tom, ninguno de ellos pudo haber esperado lo que el futuro les deparaba solo con asistir a la infame escuela de...