[4] TOCADISCOS ━━ harry potter

wonderwall

xxxv.

SIRIUS HABÍA ATACADO A RON.

Han pasado dos días y eso es lo único que cruza la mente de Billie Jean. Durante las clases, está pasándola fatal, sintiéndose el peor ser humano del mundo, aguantando las ganas de vomitar y todo el temblor de su cuerpo porque su mejor amigo pudo morir, a manos de un hombre que la abrazó, besó su frente y le aseguró que él solucionaría las cosas.

Y ella le creyó, como una niñita inocente e inconsciente de los cargos que tenía tras su cabeza.

¿Qué dice eso de su salud mental? 

Ya no importaba si nunca le hicieron un juicio, si nunca entregó a los Potter a Voldemort o si era un mortifago. No. Porque pasó 12 años rodeado de dementores, está loco, no hay ninguna clase de sanidad mental en él de la que pueda justificar que le permitió acercarse, le permitió irse.

Lo permitió atacar a su mejor amigo.

— ¿Lo volviste a dejar entrar, Black? — se burló Malfoy, acompañado de sus gorilas, Crabbe y Goyle, y Pansy Parkinson.

Billie Jean alzó la mirada, frunciendo el ceño a Malfoy. Está sola en el pasillo, tratando de calmar sus ganas de llorar y la forma en que se revolvía su estómago con cada paso que daba. Tan perdida estaba dentro de sus pensamientos que ni siquiera notó que el estúpido rubio y su grupo especial para hacerle la pelota la seguían. 

Se asustó. Ella no lo había dejado entrar, pero sí lo vio. Incluso habló con él, le suplico que terminara con esta cacería y la amara. ¿Cómo Malfoy podría saberlo?

— Es sorprendente que lo enviaras detrás de la comadreja — se rió Parkinson, mirándola con superioridad — ¿Qué pasa, Black? ¿Ya no te sirven tus amigos acaso?

— Que aburrida debes estar de ese par de pelirrojos — dijo Malfoy, codeando a Goyle — No te culpamos, que sólo te rodeen traidores a la sangre es agotador. ¿Quién te dijo que sería una buena idea ser amiga del pobretón Weasley y la ballena de Bones? Las malas decisiones te vienen de familia. 

— Cállate, Malfoy — advirtió una voz ronca que Billie Jean conocía bien.

Ella se giró, encontrándose directamente el rostro serio de Blaise Zabini. Tenía el ceño fruncido y los labios apretados en una línea recta, la mano hecha un puño escondido bajo la manga. A su lado, Theodore Nott tiene su misma expresión, sosteniendo un libro que casi cubre por completo su cara; algo peligroso altera todo lo que, por parte de ambos Slytherin, siempre fue una calma cínica de la que no se movían a menudo.