[4] TOCADISCOS ━━ harry potter

the imperial march

xxv.

BILLIE JEAN BUSCABA DESESPERADAMENTE A GATO entre las piernas de los transeúntes del Callejón Diagon cuando escuchó el alarido de Ron.

Oh no, Gato.

— ¡AH, MALDITO GATO LOCO! — gritaba la voz de Ron. Billie Jean vislumbró su cabellera anaranjada sobre las cabezas de las personas. Ron había pegado otro estirón durante el verano, lo que la ayudó en su búsqueda. Se apresuró a ir con él antes de que se le ocurriera lastimar a su Gato por intentar comerse a Scabbers, de nuevo — ¡POTTER, CUIDA A TU HIJO CARNÍVORO!

La voz de Harry le contestó, muy extrañado.

— Es el gato de BJ.

— ¡Es prácticamente tu hijo, hazte cargo!

Entonces, la divertida voz de Daphne intervino.

— Mira, Harry, eres un padre desobligado ahora.

— ¡No lo soy! — respondió Harry, indignado — No puedes culpar a Gato por seguir su naturaleza, Ron. Es un gato. Los gatos comen ratas.

— Scabbers está enferma, la estoy cuidando y que no puedas controlar los impulsos del gato loco no me lo va a impedir.

— Esa rata ya debió haber pasado a una mejor vida hace años, Ronnie — le recordó la voz de Tom. — A un cielo de ratas.

— Eso suena asqueroso — se quejó Daphne.

— ¿¡Por qué me lo dices como si el gato fuera mío!? — reclamó Harry.

Billie Jean llegó con ellos, silbando entre dientes y chasqueando la lengua como llamado a su mascota. Gato se deslizó grácilmente de las grandes manos de Ron y corrió hacía su dueña, escalando en su jean de rotos hasta acostarse sobre los hombros de Billie Jean. 

— Ya te lo dijimos, Harry — se burló Tom — Eres el padre desobligado. ¿Cierto, BJ?

Billie Jean alzó el rostro, sonriendo.

Harry había cambiado durante el verano. Tenía el cabello más largo y el rostro más afilado, un claro signo de su pronta pubertad. Su piel blanca comenzaba a tomar un tono más lechoso, casi brillante, y sus ojos zafiro, tan bonitos como la primera vez que Billie Jean los vio en Madame Malkin, tres años atrás, la miraron con gran entusiasmo, medianamente oculto tras los lentes de las gafas.

— ¿De qué están hablando?

— Tú y Harry tienen la custodia compartida de Gato, según Ron — dijo Daphne, mordiéndose el labio para no reír. Daphne se veía espectacularmente bonita ese día. Tenía el cabello cortado por los hombros, mechones rosados y rojos que no estaban ahí cuando acabó segundo curso. Usaba un vestido negro hasta las rodillas, debajo de una túnica púrpura con broches de plata que cubría sus piernas largas. Los orbes cristalinos observaban a Harry con una complicidad que hizo el corazón de Billie Jean retorcerse al notar que Harry la correspondía — Aunque Harry dice que no es cierto.