smooth criminal

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xliii.








LAS JODIDAS PESADILLAS NO LO DEJARON DORMIR.

Harry sintió sus pies tocar la tierra húmeda que rodeaba el extraño claro, el tiempo ralentizándose a su alrededor. Las hojas de los árboles crujieron y las ramas chocaron unas contra las otras, el fuerte viento golpeando a Harry y obligándolo a perder el equilibrio. Su corazón palpitó bajo su camiseta, sus sentidos alterados buscando la amenaza que le daba aquel vibrante dolor en la zona de su cicatriz. Al tratar de enfocar su mirada, notó que el ojo derecho estaba más nublado de lo habitual con su miopía. 

Genial, ahora sí estoy quedándome ciego.

El pensamiento brotó de inmediato, arañándose el párpado inquietamente. Sentía el borde circular metálico golpear el dorso de su mano, llevándolo a la conclusión de que no era por la falta de gafas que su visión fallaba. Giró la cabeza de un lado a otro, alejando la situación de su mente a favor de concentrarse en la que estaba.

El sonido de las pezuñas sobre la tierra mojada captó la atención de Harry. Un ciervo majestuoso y de grandes cornamentas marfiles, que tan conocido se le hacía luego de verlo incontables ocasiones mediante sus sueños, salió entre los árboles, galopando hacia el borde del lago. Harry aguantó la respiración, consciente de lo que vendría. 

El disparo dio al ciervo, que cayó sin vida metros más allá, intentando huir de un segundo disparo certero. La sangre salió de la herida a cascadas, y los graznidos del animal resonaron unos cuantos segundos que Harry creyó una eternidad. No terminaba de entender lo que su mente quería mostrarle, lo que quería que Harry supiera viendo todo esto. Lo que sí sabía era que los ojos ya le lagrimeaban, presenciando la escena. Sin embargo, todo se volvió muy extraño cuando la sangre de la herida fue en reversa y se metió en el ciervo de nuevo, cerrando los dos hoyos que habían dejado las balas. El ciervo se puso de pie, pero sus ojos, antes avellana y llenos de vida, se tornaron negros.

Y atacó a Harry.

Despertó abruptamente para recordar donde estaba nada más observar el rostro de Billie Jean.

Ella estaba dormida, de frente a él, y su expresión pacífica resultó suficiente tranquilidad para Harry. Mechones de cabello rubio le caían por toda su estructura facial, la respiración acompasada inalterable golpeando a Harry, en un amortiguador de dolor que consiguió detener las gotas de sudor que se deslizaban por su mandíbula. Harry estiró la mano y acarició su mejilla, delineando el pómulo marcado de su novia con el dedo índice y sonriendo al oír el suspiro que soltó entre sueños.

[4] TOCADISCOS ━━ harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora