xv.
LLEGAR A HOGWARTS PARA SU SEGUNDO CURSO resultó más difícil de lo que Harry creyó.
La barrera que separaba la plataforma 9¾ del mundo muggle se había cerrado mágicamente luego que los Weasley pasaran a ella, dejándolo a él y a Ron solos y sin saber qué hacer tras darse cuenta que perdieron el tren. Harry estuvo a punto de entrar a un estado histérico hasta que Ron sugirió tomar el auto volador, el Ford Anglia azul, e ir a Escocia en él. Harry pensó que estaba loco, luego vió que no tenían más opciones (intentó abrir la jaula de Hedwig y no pudo) y aceptó. Para su buena suerte, indicó a Ron que debía activar la opción de invisibilidad antes de arrancar, lo que probablemente sea un punto a su favor por si quieren expulsarlos cuando lleguen al castillo.
Lo malo fue cuando se estrellaron con el sauce boxeador, el árbol mágico y gigante de los terrenos. Harry tenía un dolor de cabeza tremendo, sintiendo los graznidos horrorizados de Hedwig a su oído. Se giró, estiró la mano y trató de tranquilizar a Hedwig, murmurándole palabras suaves que lentamente fueron calmando a la bonita mascota de Harry.
Ron emitía sonidos de desesperación desde el asiento del conductor.
— Mi varita — lloriqueó Ron, alzándola a la altura de sus ojos. Se había partido prácticamente en dos pedazos, y la punta oscilaba, sujeta sólo por unas pocas astillas. — ¡Mira mi varita!
— Agradece que no fue tu cuello — siseó Harry, colocando los ojos en blanco y sobándose la sien. Ron sollozó más fuerte — Podremos arreglarla luego, Ron. Tenemos qué...
En aquel mismo momento, algo golpeó contra su lado del coche con la fuerza de un toro que les embestía y arrojó a Harry sobre Ron, al mismo tiempo que el techo del coche recibía otro golpe igualmente fuerte.
Ron ahogó un grito al mirar por el parabrisas, y Harry sacó la cabeza por la ventanilla en el preciso momento en que una rama, gruesa como una serpiente pitón, golpeaba en el coche destrozándolo. El árbol contra el que habían chocado les atacaba. El tronco se había inclinado casi el doble de lo que estaba antes, y azotaba con sus nudosas ramas pesadas como el plomo cada centímetro del coche que tenía a su alcance.
Huyeron por los pelos, logrando sacar el auto unos cuantos metros lejos del sauce antes que este los botara y se perdiera en las dimensiones del bosque prohibido. Harry quiso reírse de lo hilarante que le estaba resultando todo (además, el nerviosismo de ser atacado por un árbol gigante podía con él), pero Ron volvió a lloriquear y Harry se encontró a si mismo tirando de él hacía el castillo.
Llegaron justo a tiempo para ver la selección.
— ¡Ahí está Ginny! — balbuceó Ron, toda su atención sobre Ginny Weasley, que resaltaba entre los demás niños de primero con su cabellera larga y anaranjada.
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[4] TOCADISCOS ━━ harry potter
FanfictionCuando las cartas de Hogwarts arriban al pequeño apartamento de Lambeth que Billie Jean comparte con su tutora, Cher, y su hermano mayor, Tom, ninguno de ellos pudo haber esperado lo que el futuro les deparaba solo con asistir a la infame escuela de...