[4] TOCADISCOS ━━ harry potter

another one bites the dust

xlii.

BILLIE JEAN ESTABA EN SU QUINTO SUEÑO cuando sintió una mano tocar su hombro.

De niña, la razón de que Cyrene los hubiera inscrito a ella y Tom a las clases de judo, aprendió conforme pasaban los años, no sólo era porque quería que se defendieran de las personas que pensaban podían atormentarlos por ser huérfanos, también era gracias a la familia de ambos. Como hija de un mortifago desertor, y a ojos de tía C, aún existían aquellos que querían cobrarle a Regulus Black traicionar el bando tenebroso, y Billie Jean podía volverse el blanco principal a la que era dirigida la venganza. Tom se encontraba en una situación similar, un mestizo con una familia tan problemática como lo eran los Rowle.

Así que, las clases de judo no eran una opción.

¿El resultado?

Ginny Weasley retorciéndose de dolor en el suelo a causa de la llave que Billie Jean, siendo despertada tan abruptamente de su sueño, le hizo casi sin ser completamente consciente de quién era la dueña de dicha mano sobre su hombro.

— ¿¡Qué estás haciendo, Billie Jean!? — gritó Hermione, preocupada del ángulo anormal en que se encontraba el brazo de Ginny, sostenido aún por la rubia falsa.

— Muy bien, no nos apresuremos— unas manos cálidas que reconoció al instante como las de Harry la sostuvieron de los brazos, alejándola de Ginny que se quejaba desde el suelo. Harry le observó el rostro y le acarició el cabello, notando lo agitada que estaba. Sin dejar de asegurarse del estado de Billie Jean, preguntó: — ¿Quién intentó despertarla?

— Mamá me mandó— dijo Ginny, tomando la mano que Hermione le ofrecía. Aún soltando quejidos de dolor, se acarició el hombro y miró con disgusto a la chica que permanecía en los brazos de Harry — ¿Qué demonios fue eso? Casi me matas...

— Porque la intentaste despertar — explicó Harry, notando que Billie Jean no se encontraba muy dispuesta a hablar — Se me olvidó decirles... No deben despertarla. Ella se despierta sola.

— ¿¡Quieres decir que hace eso cada vez que alguien la despierta!? — preguntó Hermione, escandalizada.

— Sí — contestó Harry, sin darle importancia.

Billie Jean carraspeó, quitando de su cara el cabello que se pegaba a causa del sudor.

— Lo lamento, Ginny.

Ginny solo hizo un gesto desdeñoso, arrugando la nariz. Billie Jean se sintió mejor cuando Harry le besó la mejilla, susurrándole lo que harían ese día para despejar su mente.

— Feliz cumpleaños — dijo, antes de retirarse a la habitación de Ron, dejando un beso contra su mejilla que la hace reír.

Ese día irían a los mundiales, razón por la que estaba despierta mucho antes de la hora aceptable. Tras disculparse con Ginny dos veces más, se metió a bañar bostezando y se arregló tomando ropa muggle de su baúl, como el señor Weasley les había dicho que debían vestir el día anterior.