SCHIZOPRENIA✔

El sueño de Alan// 10. Comienzo del juego.

Holii, ¿cómo va? yo aquí, adicta a esta loca novela, voy a acabar como Dakota si sigo así, ¡loca!

¿Les está gustando? Sean sinceros, por favor, y si hay algo que deba mejorar o lo que sea, sus críticas (siempre y cuando sean constructivas) siempre son bienvenidas.

Si les gusta de verdad y conocen a alguien que crean le puede gustar y amar a nuestro psicópata Alan, recomienden! Se los agradeceré desde el infierno.

Besos, les amodoro.

Alan

Mírame, soy el monstruo que creaste, ahora debes alimentarme.

Me gusta cuando las cosas van bien y todo sale según lo planeado, sinceramente creí que tendría que llegar mucho más lejos con Dakota para provocar a Eris, ha sido demasiado fácil.

Él se queja entre mareos, con cada paso que damos, es un tío muy flojo, no aguantaría ni la mitad de lo que yo tuve que aguantar en ese centro.

Ni la mitad de las cosas que yo aguanté por él.

'' -Eris, Eris, ¿qué te pasa?

-Me han vuelto a quitar la pelota, esos gamberros.

-Si la recupero... ¿me dejarás jugar contigo, Eris? Mis padres no me compran juguetes.-Él me mira y asiente.- Ya verán... ¡Eh! ¡Devolvédle la pelota a mi amigo!

-¿Y tú quien te crees que eres enano?

Las manos de esos chicos empujándome, pateandome en el suelo, mis ojos puestos en Eris, la pelota rodando hacia él, él cogiéndola y marchándose corriendo a su casa.''

Tantas palizas que me llevé por este inútil, tanto que sangró mi nariz.

Ah...

El amor duele.

Ser bueno duele.

Odiarlos, produce placer.

-Hola chicos, ¿qué ha pasado?-Pregunta la enfermera, de piernas largas, trasero bien puesto y pechos pequeños, tiene la piel clara y el cabello oscuro, es como Dakota, pero más mayor.

Está buena.

-Nos hemos peleado.-Comento, dejando a Eris reposar sobre la camilla, él se hace el dolido, exagerando.

O no.

Le he dado con ganas.

Sonrío y la enfermera me devuelve la sonrisa. Ah... le gusta lo que ve.

-Eris, estate quieto, necesito examinarte.- Ordena, me dejo caer a un lado, viendo como ella desabrocha los botones de la camisa de Eris, palpando su abdomen, aprieta un poco y él aúlla de dolor.

Que hermoso, una mujer bella torturando a un hombre.

-Tengo sed...

-Beber algo con el estómago dañado y estando tan nervioso es peligroso, te puedes atragantar, es mejor esperar un poco.-Explica.