Capítulo 36: Padre e hijo

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Capítulo sin corregir, perdonen las molestias.

''No que va, jodanse''


Alan.

La abrazo con todas mis fuerzas, apretándola tanto como puedo contra mi pecho, ella gime y llora, desesperada, su dolor es mi dolor.

Nuestros corazones palpitan al unísono, cada vez que el suyo da una corazonada, el mío corresponde de la misma manera, lloraría junto a ella, si no fuese porque soy un ser despreciable sin sentimientos.

—Tranquila, Dak, me tienes a mi.— Murmuro, a lo que ella balancea la cabeza en señal de aceptación.—Sé que no es suficiente pero...algo es algo.

—No.—Contradice, acurrucándose fuerte contra mi pecho, ella me aprieta y le vuelvo a devolver el apretón.—Tú eres más que suficiente, tú lo eres todo.

—Y tú también, cariño.— Beso su frente.—No llores más, por favor.

Sus padres la han despreciado, no se han creído lo del secuestro, ni nada de lo que ella les ha contado, su madre se asomó a la ventana, viéndome a mi en el exterior, la muy depravada pensó que se había fugado conmigo, porque ella no aceptaba demasiado bien nuestra amistad cuando éramos niños.

—Siempre me trataron como a una adolescente atolondrada y caprichosa, nunca fue así, Alan tu lo sabes, cuando Morgan...

—Ellos siempre la creían a ella, pero no importa, porque yo siempre he creído en ti.

—¿Qué hubiese sido de mí sin ti? 

—Pues, lo mismo que eres ahora, una mujer maravillosa.

—Oh...Alan.—Se deja caer sobre mi, intento llevar otro bocado de pizza a sus labios, ella se niega, llevamos horas encerrados en la habitación, Margaret está muy preocupada por ella.—No sé como la gente puede decir que eres malo, si eres un amor.

—Solo por ti, pequeña.—Mi reloj suena, recordándome que debo ir a visitar a mi padre.—Escucha, he llamado a Evans y Dennis, para que vengan a hacerte compañía, haced lo que queráis ¿vale? la casa es toda vuestra, solo intentad que Margaret no se desvele demasiado, está mayor y necesita descansar.

—Alan...gracias, sé cuanto te incomodan.

—Nah.—Hago un gesto de desimportancia.— Sabes que ser simpático no es lo mío, pero si ellos te hacen feliz, entonces me caen un poco mejor.

—¿Un poco mejor?—Sonríe, ilusionada.

—Bueno, un poco menos mal.

Se ríe, me encanta verla reír así.

El timbre suena, me levanto de la cama, abrochándome los botones de la camisa que llevo puesta.

—Me encanta cuando te vistes así, como un hombrecito.

—A mí me encanta cuando me desabrochas la camisa y te acuestas en mi pecho.— Respondo, viendo sus mejillas sonrojadas.—¿Me dejarás hacertelo cuando vuelva? 

—Ya estoy ansiosa, gatito.

''Gatito, por favor, a los asesinos ya no se les respeta como antes''

—Sies.

—A Schizo no le gusta ''gatito''

—Bah, está celoso.

''Ja, ja, ja, chúpamela''

—¿Qué opina Schizo sobre todo el... lío de los demonios?

SCHIZOPRENIA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora