SCHIZOPRENIA✔

El sueño de Alan// 16. Sopa de letras

Podemos ser todo lo que los demás dicen de nosotros. O podemos ser todo lo contrario.

Dakota.

Dakota

A sido casi imposible dormir en toda la noche, papá se ha ido de casa, y no sé si va a volver.

Sinceramente, no es que haya sido un buen padre, me siento más segura si él está lejos, sabiendo que no va a pegarme por cualquier motivo, como ha hecho tantas veces.

Pero le necesitamos, económicamente.

Mamá no trabaja, y yo, estoy con los estudios, en el pueblo parece que los trabajos de media jornada no existen , pues estoy cansada de buscar, y nada.

¿Cómo vamos a salir adelante sin papá? Lo mejor es que deje de ir al instituto y empiece a buscar un trabajo de jornada completa, o de lo que sea, hoy mismo.

Mamá cobra una pensión, que nos daría para poder vivir de forma ceñida, el problema son los préstamos que tenemos por pagar, todo eso, salía del sueldo de mi padre.

Bueno, estoy segura de que algo sucederá, no pueden quitarnos la casa, no tenemos otro lugar al que ir.

Mis manos nerviosas se pasan por mi rostro, lavándolo, cierro los ojos cuando me seco la cara con la toalla, a veces quisiera desaparecer.

Cuando bajo por las escaleras, ya con el uniforme puesto, mamá está en pijama sentada a la mesa del comedor, revolviendo una taza de café con la cuchara.

-Ese maldito hijo de puta.-Gruñe con rabia.

-Mamá...-Me siento a su lado, tomándome un vaso de leche fría, no tengo ganas ni de encender el microondas.-Tranquila, estaremos bien.

-Dakota, llevo toda la vida sometida a tu padre, haciendo lo que él dice, sin poder salir, sin poder tener amigas, sin poder comprarme nada.-Sus dedos tiemblan alrededor de la taza, yo agacho la mirada con tristeza.-Se gastaba todo el dinero en máquinas tragaperras, nunca nos llevaba a cenar, ni nos compraba un detalle en los cumpleaños, tampoco navidades, nada. -Escupe.-Pero al menos pagaba los préstamos, el muy inútil, servía para algo.

''Todo inútil, tiene un fin útil'' Recuerdo la frase que ese misterioso asesino me dijo una vez, un ''misterioso'' chico que creo conocer muy bien.

Alan.

-¿Y tú? ¿Por qué sonríes ahora?

-¿Yo? Nada, nada.-Sacudo la cabeza.-Mamá, creo que lo mejor es dejar los estudios, y ponerme a trabajar.

Ella suspira fuerte.

-No sé, Dakota, es una pena, estás en el último año.

-¿Y cómo saldremos adelante? ¿Qué tienes pensado? ¿Esperar a ver si papá regresa?

-Ni hablar.-Niega rápidamente.-Yo a ese perro le deseo la peor de las muertes, ojalá y una bestia se lo coma vivo, por malo.

Cuando mamá se enfada puede ser muy intensa.

-¿Entonces?

-Ya veremos.

Me levanto de la silla, escuchando como ésta chirría contra el suelo al arrastrarla, la dejo en su sitio, colgando la mochila de mi hombro a mala gana. Solo hay una cosa que me motiva a ir a clases, verle a él.

Cuando cierro la puerta, el frío me hace tener la piel de gallina, parece mentira que hace una semana hiciese tanto calor. Es una locura.

Camino despacio, con los hombros caídos, pensando en este maldito pueblo, tan pequeño y alejado de todas partes, aquí es casi imposible encontrar empleo, tampoco tenemos medios de transporte públicos como autobuses, solamente el tren, cuya estación está casi a una hora a pie, y yo no tengo coche.