Capítulo 19: Ajedrez

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Gardenia

Camino entre las personas, de vez en cuando sollozo notando mi pecho subir y bajar, estoy demasiado confusa.

Alan es sin dudar una de las peores personas que he conocido, debe ser así para ser capaz de hacer lo que le hizo a Luna.

No fue una muerte cualquiera, lo que le hizo resultó macabro. ¿Qué clase de persona humana es capaz de hacer algo así con otra? 

''Espero que cuando empieces a recordar, me hagas una visita''

¿Qué pretende que recuerde? Mi pasado, es obvio, ¿pero forma él parte de ese pasado? ¿O tan solo hay algún dato que desea conocer por algún motivo? 

''Ra quiere a mi reina''

—Ra.—Murmuro en voz muy baja, caminando a un paso ligero, mis tacones haciendo ruido en las silenciosas calles. 

Su reina.

¿A quién puede referirse?

Alzo la mirada al cielo notando como el viento mece mi cabello corto, una gota de lluvia cae sobre mi mejilla, va a empezar a caer una buena y será mejor que llegue cuanto antes, además, a Karma no le gusta que tarde. 

Aunque sé que él sabe perfectamente en donde me encuentro en este momento.

—¿Cami?

Esa voz...

Me detengo, viendo al frente a un chico de cabello rubio, largo, recogido en una coleta, lleva ropa de hacer deporte y va con una mochila colgada en los hombros, me observa con una expresión entre de terror y felicidad al mismo tiempo.

—No... no soy...

—Camila.—Repite, acercándose.

Siento miedo, siento que puede ser una trampa, siento que debo salir corriendo, pero mis piernas no responden, además, ese muchacho no parece ser malo.

—¿Qui-Quién eres tú?—Murmuro, dando un paso atrás, es todo cuanto consigo hacer.

—Joder, Camila, soy Dennis, tu mejor amigo de la infancia, vamos, hasta que desapareciste poco después de Dakota y Morgan.

Sus cejas se fruncen, yo muerdo mi labio inferior, no sé de que me habla.

Morgan...

''Ella no es Luna, ella se llamaba Morgan''

¿Es posible? Ambas fuimos víctimas del mismo tirano, es posible que nos secuestrara el mismo hombre, y es posible que fuésemos amigas, pero entonces, falta una chica más.

Dakota.

—¿Mi nombre real es Camila?—Cuestiono, aturdida.

Él se lleva las manos a la cara, negando.

—Tía, hace años que nadie sabe nada de ti ¿cómo puedes ir ahora por la calle sin saber ni quien eres? ¿y qué le ha pasado a tu pelo? están tan delgada... ¿por qué no me recuerdas? tú has cambiado mucho, pero yo jamás te olvidaría.— Sus brazos tratan de bordearme, y adivino un abrazo, aun así, no puedo evitar rechazarle, el miedo me hace actuar así.—Cami... por Dios, soy yo, quiero ayudarte, tu familia está desesperada, todos lo estamos. 

—Fa...¿Familia? 

Él sigue observándome como si fuese algo imposible de creer.

—¿Qué te han hecho? —Musita.

Las personas caminando a nuestro alrededor.

—Este no es un sitio seguro para hablar, toma mi teléfono.— Saco mi barra de labios del bolso y tomo su muñeca con fuerza, apuntando en su antebrazo mi teléfono.—Llámame.—Suplico.—Por favor, no desaparezcas, eres lo único que tengo. 

SCHIZOPRENIA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora