SCHIZOPRENIA✔

Capítulo 26: Dakota

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Dakota 

Tengo frío, la humedad cala hasta mis huesos, estornudo una tras otra vez y ya no sé si es gripe, alergia, o ambas cosas a la vez.

Solo sé que no me encuentro nada bien.

Ese maldito loco de Ra, es un demente, lo que hace es de un ser sin corazón, sin escrúpulos. 

—Alan...— Murmuro, acariciando la pared, soltando un quejido por el dolor que siento en el cuello, las enfermeras han vuelto a pegarme por  no querer tomar el tratamiento.

Yo no necesito ningún tratamiento, solo necesito salir de aquí.

¿Lo conseguiré algún día? 

Mis esperanzas de que Alan venga a por mi se están desvaneciendo lentamente, ya han pasado demasiados años, a veces, creo que no va a recordarme, pero, así como Ra no olvida a Alan, quizás Alan tampoco me haya olvidado a mi.

Si Ra me tiene aquí encerrada, es por algo.

—Preciosa.—La voz de ese ser horrible e infernal hace eco entre mis oídos, intento levantarme del húmedo suelo para huir de sus manos asquerosas, las cuales tras abrir la puerta tiran de mi cabello para apretarme contra su cuerpo, en un abrazo forzado que detesto con toda mi  alma.—¿Así es como recibes a tu hombre?

—¡Suéltame maldito!—Forcejeo casi sin fuerzas, la sedación me tiene exhausta, no sirvo para nada, soy como un simple trapo viejo.

Incapaz de defenderme.

Incapaz de valerme por mí misma.

Solo a la espera de que un milagro suceda.

¡Odio que me haya roto de esta forma! Que haya acabado con mi voluntad de esta manera, que me haya hecho perder el control de  mi vida y de mi destino así.

Todo ocurrió en el último cumpleaños celebrado por Morgan, ella me gastó una broma de mal gusto, haciéndome creer que Alan iba a volver, que la había contactado diciéndole que acudiría a su fiesta, recuerdo que estuve toda la noche llorando porque en vez de hablarme a mí, le habló a ella, y recuerdo como nerviosamente me vestí con cientos de conjuntos en un intento de impresionarle, al final terminé en vaqueros, y con una trenza mal hecha.

Camila, me acompañó como favor.

Y desde ahí, todo fue una pesadilla.

—Alan...—Susurro, sollozando, con esos malditos brazos apretándome , detesto su olor, detesto su presencia, le detesto por completo.

—Alan está aquí.— Murmura a lo que mis ojos se abren de par en par.

—¿Qué?—Musito.

— Como lo oyes, corazón.— Toma mi mandíbula, acariciando mi tez, esquivo su roce, sin poder dejar de mirarle a los ojos, necesito saber que no está mintiendo. —A venido a buscarte, pero ya sabes que tengo un plan, y el muy idiota, está siendo conducido al círculo de sangre.

El circulo...de sangre..

Yo he estado ahí.

—¡No!—Gimo al instante, cayendo de rodillas en el suelo para suplicar con los brazos en cruz.—¡Lo que sea menos eso, Ra! Yo... yo haré todo lo que me pidas, pero...

—Ay...Dakota.—Niega lentamente.—Sabes muy bien que todo esto.—Alza los brazos, como quien muestra un imperio, yo tan solo veo un pasillo de hospital maldito.— Ha sido creado para él, un asesino, un tramposo, un demente, que ha caído en su propia tela de araña.