Gardenia
Tiene razón al decir que acaba de mudarse, el olor a cerrado reina por toda la casa, se nota la suciedad a pesar de que se ve que se ha esmerado en limpiar, es una casa demasiado grande, quedan demasiados muebles con polvo, yo no sería capaz de organizar todo esto en menos de una semana.
La puerta del baño resuena a lo que doy pequeño sobresalto, abro con mi cuerpo envuelto en una toalla, le veo sostener un camisón con un albornoz de terciopelo.
—Creo que te valdrá.—Dice, entregándomelo.
Lo cojo, observándolo incrédula.
—¿Te va el rollo Drag?
—¡¿Qué?!—Se pone tan rojo como un tomate.—¡Eso no es mío boba!— Me río, su cara es propia de fotografiar.—Era...de mi madre.
Un mal sabor de boca se hace notar en mi paladar.
—Era.—Recalco, entendiendo la referencia.
—Lo siento, no tengo nada mejor, es eso, o una camiseta de las mías.
Casi prefiero lo segundo, pero sería feo despreciar su gesto.
—Está bien, gracias.—Sonrío, dejando de ver sus ojos azules en cuanto cierro la puerta, apoyo mi espalda contra esta y respiro hondo. Mi teléfono suena, y sé quien es.
Karma: ¿Donde te has metido?
Bufo, ya sabe que no estoy en mi habitación, y suponía que se enteraría, solo que no esperaba que lo hiciese tan pronto.
Yo: He salido, necesitaba despejarme.
Karma: Está bien.
Resoplo de alivio, sé que si no insiste es porque ya ha rastreado mi teléfono, sabe el punto exacto en el que me encuentro y también tiene noción de que estoy bien, a Karma nunca se le queda un cabo suelto.
Y debo admitir que aunque resulte agobiante, a veces me tranquiliza, no quiero volver a caer en las manos de esos monstruos que me han destrozado la vida y convertido en lo que ahora soy.
Nadie.
Termino de vestirme, el camisón es bastante bonito y muy femenino, la madre de este joven chico debía tener una preciosa figura, y si también poseía sus ojos, seguramente era muy bella.
¿Qué le pasaría? ¿Por qué un chico tan joven vive solo en una casa como esta? ¿Tendría razón Luna al decir que está loco y es peligroso? No tiene pinta de eso, parece cuerdo, serio, compasivo.
Termino de recoger mi ropa mojada, dejando el baño en el mismo estado que lo encontré, cuando abro la puerta me llega olor a salsa boloñesa.
Mi estómago ruge.
—¿Hola?—Me hago notar, no queriendo molestarle, se le ve calmado cocinando, con un delantal sobre su camiseta negra de mangas cortas y el pantalón oscuro de chándal.
Posee unos brazos fuertes y definidos, tiene una espalda marcada y un trasero respingón.
Es muy guapo.
—Eh.—Me mira, haciendo un ligero repaso sobre mi cuerpo.—No te queda mal.
—Gracias.—Sonrío, le diría algo más, no obstante, presiento que cualquier comentario sobre su mamá va a ser incómodo, por lo que prefiero acercarme en silencio.—¿Te ayudo en algo?
—Solo estoy haciendo algo de pasta para cenar, ¿te apetece comer?
La verdad es que estoy hambrienta.
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SCHIZOPRENIA✔
Misterio / Suspenso-Nunca he visto a una persona resistir de esta forma a un tratamiento tan violento. -Dígame por favor que va a sobrevivir, si muere, estaremos en serios problemas. -¿Por qué hemos tenido que llegar a esto? -Se volvió loco, mató a tres enfermeros e...