SCHIZOPRENIA✔

Capítulo 1: El despertar.

¡¡Woah!! ¿Capítulo 1? ¿WTF? ¿Qué está pasando Doctor García? 

Tranqui, que no cunda el pánico y relajen las tetas, sigan leyendo y entenderán =) 

ALAN. 

~Nos miran como si estuviésemos locos, no se dan cuenta de que es al revés. 

—Querías saber la verdad, ¿no es así? 

Dakota me observa, sus ojos llorosos muestran una gran decepción, a parte de miedo, algo en ella estaba segura de que jamás le haría daño, Alan, su Alan, ¿cómo le haría algo así? 

Y de hecho, yo mismo me hacía esa pregunta, ¿Por qué iba a dañar a la persona que más quería en el mundo? A la única que quería.

Porque lo necesitaba.

Porque el monstruo que habitaba en mi interior desea acabar conmigo mismo, y sabe que ella es lo único que me mantiene vivo, sabe, que es mi talón de Aquiles, lo único que me une al amor, a la esperanza, lo único, que me hace humano.

¿Por eso papá mató a mamá? ¿Fueron más fuertes sus monstruos que la voluntad de su corazón? 

No me es suficiente para perdonarle, como tampoco lo será esto para poder perdonar mis acciones, sé que me castigaré por haber dañado a Dakota, y la autodestrucción llegará.

¿Pero acaso no me querías vivo, Schizo? ¿No has sido tú quien ha retrasado mi suicidio una y otra vez? A fin de cuentas, solo vives en mi.

''Solo vivo en tu odio, el amor es la muerte de mi existencia''

Claro.

¿Pero cómo sobrevive un humano sin amor? Siendo un monstruo, supongo, rindiéndose a la bestia, aun así, ¿estoy preparado? 

Schizo me observa de frente, siento como se acerca y como ese odio vuelve a emerger en mi interior, mis ojos se cierran mientras mi corazón vuelve a dormirse, dando paso a esa mente perversa que cada vez, es más potente en mí. 

—El juego.— Comentan mis labios, mientras camino con un cuchillo entre mis dedos, alrededor de la silla en la que Dakota está atada, hemos follado, nos hemos besado, lo hemos pasado bien, pero ya se acabó la fiesta, Schizo necesita más, y ella ha provocado esto.—En realidad, no era para ti.

—Déjate de rodeos, habla claro.

—Cada muerte, debía ser una prueba para Alan, en la que tú, finalmente, serías la guinda del pastel, él siempre lo supo, pero creía que...—Risas enloquecidas.—Creía que cuando supieses la verdad le aceptarías, le amarías, él se curaría, y todo sería bonito.

Dakota me mira perturbada, negando con la mirada.

—¿Qué verdad? ¿Qué estás loco? ¿Demente? No es cierto, es lo que te han querido hacer creer, Alan...

—Schizo.—Recalco.—Alan duerme en los brazos de la oscuridad en estos momentos, cada vez, es más inexistente.— Tomo una silla, arrastrándola para sentarme justo frente a ella, puedo sentir el latido de su corazón, la respiración agitada en el interior de su pecho, incluso los temblores. Tiene la piel de gallina. Divertido.— Alan mató a su abuelita.

Ella hace una mueca, negando.

—Seguramente tuvo motivos.

—También al perrito, ¿cómo era?—Me llevo la punta del cuchillo a los labios.—Ah...sí, Coco.