Bajo Un Contrato {Editando}

CAPITULO 2

YeRi recordaba todo lo que había vivido hace unos años atrás. Haciéndose miles de preguntas en su cabeza, sobre aquella noche que hasta el momento, no tienen respuesta. Aquella noche había tomado demasiado con su amiga y por tal razón no recuerda absolutamente nada de lo que sucedió luego de salir de aquella discoteca. Lo único que podía recordar de aquella noche de mucha bebida y mucha diversión, eran sus húmedos besos recorrer todo su cuerpo, pero no recordaba nada de sus rasgos faciales. Aunque no sepa quién fue ese hombre y que por el quedo embarazada esa noche de lujuria, el pequeño HyunSeok no tiene culpa de nada.

"¡Eso amiga! ¡Vamos a bailar toda la noche!" grito al oido de su amiga ya que por la música no la oiría bien. "¡Vamos a festejar todo la noche! ¡Vamos a lucirnos esta noche con todos los hombres que se nos aparezcan por nuestras narices! Es nuestra noche! Woo!" decía con emoción. Estaban sumamente ebrias. No sabían absolutamente nada de lo que estaban diciendo o haciendo. Solo se estaban dejando llevar por lo que el alcohol les hacia sentir.

"¡Si!" grito como toda una loca desquiciada, mientras bailaba.

Se movie al ritmo de la música. Sus caderas hacían un va y ven de lado a lado, mientras movie sus manos para todos lados y algunas veces daba saltos al aire. Las dos encontraban pareja con rapidez, pero aquella voz a su espalda, le provoco que su piel se erizara por completo. Jamas había escuchó una voz tan atractiva como la que tenia aquel hombre. Podía parar a cualquier mujer en la calle con tan solo una palabra, si se le insinuaba de la misma manera que lo acababa de hacer.

"¿Quién baila así de bien, nena?" le hablo al oido. "¿Me dejas bailar contigo?" pregunto con ese tono sensual que le erizaba la piel.

"Claro, guapo" respondió ella picarona, demasiado sensual para los oídos de aquel hombre.

Habían dicho que bailarían toda la noche si era necesario, y así fue. Lo único que no pudieron cumplir fue, bailar y tomar con cualquier hombre que se le cruzara por el frente, pero en cambio, tuvieron una pareja para toda una noche. Gozaban de la velada y de todas las bebidas consecutivas que pedían en la barra, cada ves que se le acababa la que tenían entre las manos. Tomaron hasta casi perder toda la cordura. La locura se fundió en ellos, y lo desataron en aquella habitación. Besos, caricias y lujuria, era lo que estaba llenando aquella habitación.

"No..." murmuro ella sorprendida de lo que había hecho. "No, no... ¿Que hice?" se reprocho. "No, no..."

Volviendo a caer en la realidad, dejado de lado todos aquellos recuerdos, despertó de aquel sueño.

—No... ¡No!— grito ella al despertarse de golpe, quedando totalmente sentada en la cama.

Su nana escucho su voz e inmediatamente entro en aquella habitación.

—Mi niña, ¿estas bien?— le pregunta colocando unas piezas de ropa en los cajones, para luego tomar asiento al lado de la joven—. ¿Un mal sueño?— pregunto curiosa.

—No es un mal sueño, es solo que...— suspiro pesadamente—. Quiero recordar que hice aquella noche, cuando hice... Ya sabes— le insinuó.

—Y...¿Por que quieres recordar eso, mi niña?— pregunto preocupada por el aspecto que ella tenia.

—Quiero saber con quién estuve esa noche. Lo único que recuerdo es que es alto, de cabello largo a los hombros y su voz...— dijo mordiéndose el labio inferior—. Su voz era como música para mis oídos, nana.

Su nana se echo a reír al escuchar tal comentario tan inoportuno, que acababa de hacer. Su niña era una chica muy tranquila y humilde, nunca pensó que ella se volviera una chica que hable en esos términos sensuales.