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nota; one shot un poco de contenido vulgar.
«Un hombre necesita de una mujer para cumplir sus necesidades.», eso pensaba el padre de Madara hacia las mujeres, dicha la cual le fue inculcada a su hijo mayor.
Madara no fue de mantener esa idea en mente, se podía decir que no necesitaba de una mujer para ser feliz, no necesitaba de una mujer para sus necesidades como hombre, el ser él líder de su clan no había cosa más importante que eso.
Sin embargo no importaba que tan reservado fuera en ese tema. Tarde o temprano el Uchiha necesitaría de una mujer para él solo, para hacerle todo lo que él deseara con su cuerpo, hacerle todo lo que se le apeteciera, dominarla y satisfacerla a no poder más.
Hacia ya un tiempo una chica había llegado a la aldea, ella provenía de la aldea de la nube, era extremamente delgada, pequeña y tiene un cuerpo voluptuoso para el gusto de Madara, pareciera una muñequita de porcelana una muñequita para él, aún que en un inicio él Uchiha no había mostrado interés hacia la joven.
Bastó poco tiempo para que Madara comenzara a sentir necesidades por ella, y quien lo culpa, la chica era hermosa y a pesar de ser una "dama", ella ansiaba el sentir de Madara, cuando llegó a la aldea fue otorgada al líder el clan, Madara debía encargase de ella, cuidarla y protegerla el tiempo que ella se quedaría ahí, tras eso él tendría que "adaptase" a ella, ambos debían adaptarse a vivir juntos.
Pero al poco tiempo Madara sentía ansias por ella, no exactamente por lo hermosa que era, si no por las provocaciones de la joven hacia él, el usar poca ropa mientras Madara se encontraba en casa, llegó un punto en donde Madara no sabía que hacer con la erección que se encontraba en sus pantalones, el ver a la joven con ella ropa y con ellas pequeñas miraras coquetas hacia el Uchiha eran suficientes para provocarle un dolor en la entre pierna al azabache.
Ya sólo faltaba poco, poco para que Madara perdiera la cordura y los estribillos, faltaba poco para que Madara se apoderara del cuerpo de la joven y la hiciera completamente suya.
—Madara-san eh preparado la cena.—hablo ella mientras entraba al despacho del Uchiha.
—Gracia en un momento iré a cenar.
Ella se acercó a él, Madara la miro, ella vestía una yukata demasiada ajustada a su cuerpo, haciendo resaltar sus tributos otorgados.
—¿Qué quieres ahora?.
—Yo quería..
—Deja de hacerlo..—hablo ronco Madara mientras sujetaba a la chica. Haciendo que lo mirara algo sorprendida.—Deja de hacerlo, deja de provocarme.
Ella sonrió levemente ante ello.
—¿Qué sucede Madara-san?, acaso una chica como yo puede contra ti.—hablo burlesca.—Te asusta el hecho de que sea coqueta, acaso tienes miedo de una chica.. no me digas que eres gay.
Madara frunció el ceño, jalo a la chica apretándole el cuerpo, tiro con su mano libre los pergaminos que se encontraba en el escritorio, colocó a la chica ahí.
—Te haré gritar..—hablo roncamente Madara mientras separa las piernas de la chica.
Ella se encontraba "recostada" en el escritorio, Madara por su lado se encontraba casi encima de ella, con su pierna separó las de la joven, para así hacer presión sobre la entrepierna de la chica haciéndola suspirar.
—Se te va a desgarrar la garganta de tanto gritar, oh creme te dejare sin voz.
