uchiha's ✧ one shots.

67. Madara Uchiha

—No es necesario que lo hagas..—hablo él azabache mientras tomaba con fuerza mi muñeca.

Mi mente solamente tenía algo en mente, acabar con la vida de esa persona, aún que cierta parte de mi mente que aún mantenía la cordura me decía a gritos que no lo haga. Mire al tipo que se encontraba enfrente de mi, su rostro era de ¿miedo?, ¿terror?, ¿desesperación?.. no sabía con claridad que emoción estaba expresando a pesar de tenerlo enfrente de mi.

—¡No lo hagas!.—exclamó de nuevo él ahora con más potencia en su voz.

Eso hizo que soltara el arma que tenía en mano, al momento de hacerlo aquel hombre salió corriendo dejándome solamente con él mayor de los Uchiha, sentí el como mi labio inferior comenzó a temblar, mis ojos se volvieron cristalinos, me aferré al cuerpo de Madara para así comenzar a llorar en su pecho.

Me sentía del asco, me sentía frustrada, enojada, triste, no sabía realmente si me podía considerar un ser humano después de tantas muertes que ocasione.

—Quiero que esto acabe ya..—hablé en un susurro.

—Todos queremos que esto acabe, ya no quiero que tanto tú como Izuna se mire afectados por esto, quiero que ustedes tengan una vida tranquila..—respondió él mientras acariciaba mi cabello.

Me quedo muda, Madara seguía acariciando mi cabello.

—Los protegeré a ambos, como su hermano mayor los cuídate y protegeré sin importar que.. por eso acabaré con esta guerra.

[...]

Abrí mis ojos al momento de hacerlo pudo apreciar una cabellera negra, observó con determinación al dueño de ese cabello y era Izuna él se encontraba durmiendo junto a lado de mi, él me abrazaba mientras aún dormía.

Acaricio su cabello negro y con mi mano libre correspondió el abrazo de Izuna.

—Así que ella no lo mató..—la voz de mi padre hizo que mi corazón se acelerara.

Observó hacia la puerta de la habitación, la cual estaba frente del futon, pude ver dos sombras una era de él y la otra de Madara.

—Lo iba a matar, lo tenia acorralado. Pero él hombre la atacó y eso evitó que ella pudiera matarlo, pero ya me encargué de él padre.—respondió Madara.

—Debería ser más exigente con ella.—hablo padre.—Últimamente se está haciendo blanda, en el último entrenamiento ella..

—Padre pero ella aún es una niña.—hablo Madara.—Tanto ella como Izuna aún son pequeños, necesitan su tiempo. Además no quiero que mis hermanos pasen un infierno por esto, no quiero que carguen con la culpa tras haber matado gente.

Me aferré más al cuerpo de Izuna, muerdo mi labio inferior, la conversación de Madara y mi padre me ponía nerviosa. El sonido de un golpe hizo que me sobresaltara, miro hacia la sombra y pude apreciar la mano de mi padre alzada mientras Madara se encontraba más alejado de él.

—No te vuelvas blando Madara.—hablo él para después irse.

Cuando él se había ido, Madara entró a la habitación, una leve expresión de dolor se encontraba en un su rostro. Me miro con una leve sonrisa para así acercarse a mi.

—Te despertamos.—hablo él.—Perdón si te desperté, al menos Izuna aún sigue durmiendo.

Asistí para poder ver hacia Izuna, él dormía pacíficamente, observó a Madara para así ver un rostro de seriedad y frialdad, un escalofrío recorrió mi cuerpo ante ello. Por una extraña razón los nervios volvieron hacia a mi.

—Tendré que matar todo aquel que sea un peligro, todo aquel que me quite a mis hermanos.—hablo Madara.—Debo cuidarlos con mi vida, así que matare a quien sea, no importa si esa persona es incluso mi padre.