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Abro levemente mis ojos, parpadeo varias veces para poder aclarar así mi vista, me sentía relajada, tranquila, cómoda, para ser honesta no quería levantarme de la cama. Pero debido a que debía ir con mi equipo no me quedaba de otra, siento un peso sobre mi cuerpo, miro al causante de ello y ahí estaba él.
Durmiendo pacíficamente mientras me abrazaba de la cintura, estaba boca abajo pero su rostro miraba hacia el otro lado, solo podía ver su corta cabellera y su bien tonificado cuerpo, su cuerpo bien hecho. Trato de aléjame de él sin hacer un movimiento brusco o ruido al momento de levantarme, sin embargo él me jalo haciéndome recostarme de nuevo en la cama.
—Aún es muy temprano..—susurró él con voz cansada.
Sonrió ante sus palabras y tono de decir las cosas, comprendía que Obito estuviera cansado, ser parte de la policía militar de Konoha era abrumador y estresante. Según él su entrenamiento es muy rígido y agotador, bueno después de todo era de esperarse sin los encargados de cuidar la aldea. Tomó su mano para así apretarla levemente.
Me acercó a él dándole un beso en el cuello.
—Yo debo ir con mi equipo, así que estaré después de su entrenamiento en la estación Jonin.—hablé con una sonrisa.—Me alistar, así que procura no llegar tarde a la estación.
[...]
Me encontraba en la estación Jonin, hacia ya aproximadamente que había acabado el entrenamiento con los chicos, tenia sueño, los últimos días no había podido dormir bien, Obito tampoco no lo culpo ya que llegaba tarde a casa por estar en la estación y así, y más aún cuando tenía que hacer turno para vigilar en la noche, llegaba hecho pedazos a la casa el pobre.
Cierro por un momento mis ojos, los sillones de la estación eran cómodos. Al momento de cerrar los ojos una mano me movió levemente haciéndome fruncir el ceño, observó al causante para así encontrarme a Obito él cual sonría.
—Tengo sueño..—susurre mientras lo miraba.
—Te dije que era muy temprano.—respondió él mientras se sentaba a mi lado.—¿Ya estás libre? Estaba pensando en si íbamos a comer algo.
—¿Y tú lo estás?.
—Por supuesto, de hecho ya salí no había mucho por hacer, solo ordenar unos documentos y llenar unas fichas y ya.—respondió él mientras me miraba por debajo.
Obito y yo llevábamos ya bastante tiempo juntos, hacía poco que ambos comenzamos a vivir juntos, lo cual fue una de las mejores decisiones que había tomado, él vivir a lado de Obito era lo mejor, él pasar el tiempo con él, y el que cada día nuestro amor se hiciera más y más fuerte era maravilloso, nos conocimos desde pequeños, pero ambos íbamos en equipos diferentes.
Miro como un peli plateado se acercaba a nosotros, en su mano traía su típico libro, nos miró por un momento para después regresar su vista al libro.
—Es extraño verte aquí Obito.—hablo Kakashi mientras miraba de nuevo al azabache.
—Es extraño verte leer novelas eróticas en donde hay mucha gente.—hablo Obito.
—Pero eso ya es costumbre.—hablé mientras sonría.
Los tres comenzamos a hablar, después de todo los tres terminamos comiendo mientras hablamos de temas sin interés, y uno que otro que si. Así estuvimos por un largo rato hasta que Kakashi se despidió por qué debí regresar con su equipo, Obito y yo nos quedamos solos.
Íbamos caminando por la aldea mientras nuestras manos se encontraban agarradas, hablábamos de regreso a casa, sin embargo Obito quería seguir en la calle un poco más.
—Anda vamos..—hablo él mientras me miraba por encima de su hombro.
Obito me había llevado a los rostros de los hokages, nos encontrábamos en la cara de Minato-sensei, ambos nos sentamos ahí, Obito se sentó detrás de mi abriendo sus piernas dejando una a cada lado de mi cintura, me abrazo mientras recargaba su mentón sobre mi hombro. Yo apretaba su mano con fuerza y con mi mano libre acariciaba su pierna.
La noche había caído y gracia a donde nos encontrábamos, podíamos apreciar una hermosa vista de la aldea, se miraba hermoso y era algo que se debía de apreciar debes en cuando.
—¿Podemos quedarnos así por siempre?.
—Si eso es lo quieres me parece bien.—respondió él mientras besaba mi mejilla.—Mientras tú estes a mi lado será perfecto.
