Capítulo 35

6.5K 687 64
                                    

Después de que mi tía se marchara de viernes social con la familia y amistades de Oli, yo seguía llorando como Magdalena viendo Diario de una Pasión.

Cada que me daba la nostalgia, revisaba mi celular por mera curiosidad, ya que lo había dejado apagado para evitar a Titán, así como en la escuela también lo evité a toda costa con ayuda de Mafer y Eduardo.

Sé que eso no habíamos acordado, y tampoco era que me estuviera arrepintiendo de nuestra decisión de seguir con lo nuestro, pero quería tomarme unos días para tratar de no volverme loca por la situación.

Bien, lo admito... lo hacía para martirizarme de dolor a cada que tuviera oportunidad, porque estaba viviendo la peor de mis pesadillas.

En cuanto mi celular prendió, una llamada de Titán entró, suspiré anhelante, pero, tarde unos segundos para contestar.

—Hola.

—¿Reyes, estás bien? —su voz era de preocupación.

—Lo estoy —consigo decir —tú... ¿Cómo estás?

—Mal, ¿por qué me estás evitando, nena? —luego hay una exhalación —Te extraño.

—Yo... —un nudo en mi garganta aprieta fuerte —también te extraño, Black.

—Quiero estar contigo, te necesito.

¿Por qué tiene que decirme eso?,

Mi corazón se estruja porque mis deseos son los mismos que los de él.

—Si por mí fuera, pediría que llegaras en este instante, subieras por mi balcón y me hicieras el amor toda la noche, pero no...

No se diga más, abre las puertas de tu balcón, ahora mismo, Julieta Reyes.

—¿Qué? —reí por su ocurrencia.

—Abre, nena. Estoy subiendo.

—¿A qué te refieres, Black? —mi corazón de pronto estaba muy acelerado —¿cómo que estás subiendo? ¿Black? ¡Black...!

Justo en el momento que cortó la llamada, escuché ruidos en el balcón y me incorporé de un salto de la cama.

Corrí hasta las puertas francesas, asomándome entre las cortinas con mucho cuidado alcanzado el bate de madera.

¡Por los clavos de cristo! ¡Tiene que ser un sueño!

Un sueño muuuy agradable.

Una de mis fantasías se estaba manifestando en estos tiempos de crisis.

Titán estaba afuera de mi balcón con su hermosa sonrisa provoca-orgasmos.

Mis ojos no daban crédito a lo que veían, pero mi corazón galopaba eufórico.

Mi cuerpo entero reaccionó a su mirada, dios, había extrañado tanto a mi hermoso rubio sensual.

Vestía de negro, joggers, polera y una gorra de béisbol —que no sé por qué la usaba de noche—, pero se veía muy sexi.

En una de sus manos traía su celular y en otra una cajita negra.

Después de salir del trance, abrí las puertas y corrí a sus brazos con una necesidad enorme de su contacto.

Sé que sonará cursi y cliché, pero en verdad lo extrañaba tanto.

Mi vida no era la misma sin su presencia.

—Black, ¿qué haces aquí? —me besó en un beso intenso, necesitado y apasionado.

—Extrañaba a mi chica —gimió sobre mis labios con voz anhelante.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora