𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©

Capítulo 30

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Segura de mí misma y de lo buena bailarina que soy, empiezo a mover mis caderas y agitar mis manos de forma sensual, doy gracias al cielo que la música la han cambiado a Pop y porque el punchis-punchis no era mi fuerte.

Dakota se fue soltando poco a poco conmigo, Kiara y Sarah seguían incómodas con mi presencia, me daban miradas altivas y de desagrado. Melanie, bueno, ella se había entretenido fantaseando con el trasero de un chico que tenía en frente, lo único que movía era los ojos y los labios como una leona tras su presa.

Seguí moviendo mi cuerpo al ritmo de la canción, acariciando mi cuello y jugando con mi cabello echándolo hacia delante, cerré mis ojos y seguí balanceando mi cuerpo, dejándome llevar por la música, disfrutando el momento hasta que sentí unas manos acariciar mis caderas.

Solo que estás no eran esas manos mágicas que ya conocía a la perfección y el aroma de esa fragancia tampoco era la de Titán.

Me giré y comprobé que no era mi chico.

Era un tipo que jamás había visto en mi vida y si lo hubiera visto sería imposible olvidarlo.

Era muy atractivo, sus ojos redondos eran de un verde claro, su nariz fina y delineada, de piel blanca, alto y fornido como Titán, su cabello castaño claro, medio despeinado. Vestía un pantalón gris oscuro y camisa desabotonada beige, era obvio que el chico no pasaba desapercibido y menos con rasgos tan similares a los de mi Black.

Me zafé inmediatamente de su agarre, no estaba asustada, solo estaba sorprendida.

El chico tenía sus ojos inyectados en sangre, no sabía si estaba ebrio, drogado o ambas cosas, tampoco me iba a quedar a investigarlo.

Di media vuelta y tomé el brazo de Dakota para salir de ahí, pero el ojiverde me jaló hacia él haciendo que perdiera total equilibrio y cayera de rodillas frente a él.

Dakota corrió asustada en mi ayuda, pero de nuevo el chico jaló mi brazo, esta vez con fuerza pegándome a él.

Me lastimaba.

No entendía su comportamiento, pero Kiara parecía disfrutarlo, Dakota, Sara y Melanie estaban realmente asustadas y la mayoría de las personas a nuestro alrededor ni siquiera se percatan de lo que sucedía y eso lo agradecí, lo que menos quería era llamar la atención.

—Así que, tú eres la nueva muñeca de Titán —había un tono oscuro en voz mientras arrastraba las palabras.

—¿Te conozco? —interrogué un tanto confundida.

Si yo jamás lo había visto, cómo era posible que él estuviera al tanto y con perfecta seguridad que yo estaba con Titán.

Solo por el tono en que lo mencionó, supe que era algún resentido con mi chico.

—No hermosura... aún no tienes el gusto, pero lo tendrás —chasqueó su lengua mirando lascivamente mis labios.

Un escalofrío recorrió cuerpo.

—Oye galán, que me estás lastimando —trataba de mantenerme en calma para no hacer un escándalo y llamar la atención, pero el chico apretaba con más fuerza mi cuerpo al suyo que me estaba sintiendo asfixiada y desesperada.

—Pero aún no te hago nada —soltó una risa mal intencionada. —Eres un poco exagerada, lindura.

—Suéltame... —me removí, pero ni siquiera se inmutó. Todo lo contrario, parecía que le divertía— ¡que... me... sueltes! —forcé de nuevo, pero no conseguí nada más que molestarlo.