Capítulo 33

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A partir de ahí, no escuché más, no me desmayé ni me morí.

Entré a una extraña dimensión donde únicamente escuchaba retumbar las últimas palabras de Owen; "Emily está embarazada. Espera un hijo tuyo"

Esas jodidas palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez, como un eco incesante como si estuviera dentro del mismo infierno.

Mentalmente, me repetía que eso era una mentira, que Owen solo lo hacía por joder porque eso le daba placer, pero si de algo estaba segura, era que no estaba segura de nada.

—Reyes... —escuchaba la voz preocupada de Titán cerca de mi oreja, pero mi cuerpo seguía estático.

—Frida, querida... nena —Eva sacudía sus manos frente a mí y no fue hasta que sentí una sacudida en mis hombros que me trajo de regreso al presente.

—Yo... —parpadeé varias veces— lo siento —me disculpé cuándo salí del shock.

No sé cuánto tiempo había estado ausente, pero la noche ya había caído.

Di una mirada fugaz a Titan y sentí una punzada en mi corazón, como si me hubieran clavado un cuchillo y este se profundizará con cada latido.

—Cariño, ¿te encuentras bien? —Preguntó Eva, al parecer ella aún no estaba enterada de la noticia, de otro modo sería yo la que le hiciera esa pregunta.

—Sí, estoy bien —traté de sonreír para no preocuparla.

Como pude me levanté del sofá, que tampoco supe en qué momento llegué a él, lo último que recordaba era haber estado en la alfombra tomada de la mano de Titán.

Después de la inesperada noticia... borré casette.

—Ya es tarde, debo regresar a casa —mi voz salía débil y no era para menos, ni siquiera podía mirar a Titán sin que mis lágrimas amenazaran en asomarse y tampoco quería hacer un escándalo enfrente de mi exsuegra, Black.

Me despedí de Eva y fingí que todo estaba bien entre Titan y yo, pero el camino de regreso fue silencioso porque pedí a Titán no hablar en el trayecto.

Aún estaba abrumada y dolida por la noticia.

Sé que parece egoísta de mi parte, pero en realidad no quería escuchar su voz, porque si lo hacía, me quebraría delante de él y eso no era justo para ninguno de los dos.

El tiempo me fue eterno, pero cuando llegamos a mi propiedad me sentí aliviada.

—Gracias por traerme —conseguí decir antes de bajarme de su Jeep.

Quería llegar a mi habitación y liberar mi corazón.

Sentía un nudo en la garganta y un dolor en mi pecho.

Maldito Owen, lo odiaba tanto.

Era como si hubiera esperado una oportunidad para darle el último golpe a Titán y vaya que lo consiguió y con muy buena ayuda.

—Nena... —los brazos de Titán me atrapan en cuanto salgo del vehículo, siento el calor de su aliento sobre mi cabello y de manera automática me aferro a su cuerpo, pero no lloro, solo respiro su agradable aroma fresco al que ya me había hecho dependiente y al que iba a extrañar dolorosamente.

Jodidos sentimientos, también odio.

—Nena, no sé qué demonios está pasando, yo...

—Detente, Black... por favor —interrumpí con voz apagada —sé que debes resolver esto y lo entiendo, pero hasta entonces será mejor que lo dejemos.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora