Capítulo 7

7.8K 991 35
                                    

*****

—¿Frida Reyes? —una voz femenina habló detrás de mí, di media vuelta hacia ella y asentí dándole una mirada rápida.

Era una mujer joven de cabello castaño oscuro y largo, agarrado en una coleta alta y una gorra oscura, sus ojos eran grandes con rasgos latinos, casi de mí misma estatura.

Su cuerpo se notaba atlético y bastante marcado, no había duda de que realizaba mucho ejercicio. Vestía un uniforme en color ocre y un silbato colgando de su cuello.

—Soy Becca Haynes, la entrenadora del equipo —ofreció su mano en un gesto cordial.

—Un placer conocerla, al fin —ambas sonreímos amistosas.

—Estamos ansiosos por mirarte hacer lo tuyo dentro del campo. Ford ha revisado tu expediente y está bastante emocionado —hizo un gesto con su mirada que seguí en la dirección señalada, ahí miré a un hombre mayor, alto y de complexión delgada. Usaba un traje de vestir en color gris. Levantó una mano con una sonrisa entusiasta mientras se acercaba al campo—. Te daré unos minutos para que hagas tus ejercicios de calentamiento, después te lanzaré unas bolas para soltar el brazo y por último harás bateo libre.

—Entendido. —acato sonriente.

—Bien, te veo en el campo en unos minutos. —Miró su reloj de mano, sonando su silbato y se marchó dejándome un casco con protección y una bebida energética.

Saqué goma de mascar de mi mochila deportiva y las metí a mi boca mientras acomodaba mis cosas en la caseta para entrar al campo.

Un silbatazo se escuchó de nuevo y el grupo de chicas empezó a trotar, me integré a un lado de Mafer. Ambas seguimos el mismo ritmo sin protestar hasta que terminamos las ocho vueltas por todo el jodido campo y regresamos a la banca para hidratarnos y descansar.

—Maldita Frida, no puedo creer que tengas esa condición —Mafer jadeaba— yo me muero —se dejó caer a mi lado, respirando agitada y su rostro sonrojado estaba empapado de sudor— te odio... y odio tu perfecto cuerpo... de... Sofía Vergara —colocó su cabeza en mis piernas moviéndose como gusano.

En represalia a su comentario sexista aventé mi toalla sudada sobre su rostro, ella soltó un chillido y salió corriendo con gran alboroto perdiéndose de mi vista.

Tomé otra toalla limpia para secar mi cara y cuello. Estaba empapada de sudor, pero seguía entusiasta porque eso solo había sido una parte del calentamiento.

Froté la toalla en mi cuello cuando sentí una respiración en mi nuca. Me puse en guardia girándome hacia mi oponente.

¡Joder, era Titán!

—¿Intentas matarme? —Grité sobresaltada.

El enemigo, despreocupado, se encogió de hombros.

—Eres muy distraída, Reyes. Estoy a tu lado y no te das cuenta —su mirada era seria, no podía saber si bromeaba, reclamaba o coqueteaba.

Me era difícil descifrarlo y eso me frustraba demasiado.

Cerré mis ojos unos segundos y respiré profundamente, su maldita fragancia en verdad tenía un fuerte efecto en mí.

Abrí mis ojos para salir del trance y acorté nuestra distancia.

—No sé a qué quieres jugar Titan, pero te advierto, no lo intentes —frunció mucho su entrecejo, negando con la cabeza.

—No sé a qué te refieres —replicó serio.

Parecía que mis palabras lo habían tomado por sorpresa.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora