Capítulo 38

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Cuando salimos de nuevo por el pasillo, me percaté de que solo había tres puertas, la del salón, la de la sala de descanso y una puerta roja que decía "solo personal autorizado" lo que llamó mi curiosidad.

Esa puerta da a la zona VIP, las escaleras conducen directamente a la terraza —señaló Mafer a mi lado. —Me imagino que mi primo ya te dio el tour.

La miré con el mismo rostro lleno de curiosidad.

—Sí, siempre está abierta. —resopló peinándose la peluca.

No sé por qué mis labios se curvaron en una sonrisa traviesa.

—Andando niñas, que la noche avanza y espero que tu madre ya esté relajada —la tía Raquel susurró con malicia mientras entrabamos de nuevo al evento.

Siguiendo las indicaciones de la organizadora, fuimos mesa por mesa repartiendo disfraces a cada una de las invitadas, solo dios sabe cuáles eran los planes macabros de la Tía Raquel, por su parte, la tía Cindy tomó el micrófono para empezar a dar las indicaciones de la dinámica del juego de disfraces.

Mafer y yo paramos oídos para no perder detalles sobre el regalo sorpresa.

El juego consistía en que cada invitada con disfraz en mano tenía que cambiarse rápidamente, ¿en dónde y cómo?

Esa era parte de la dinámica.

Lo único importante era la rapidez y que quedaran impecable, el disfraz tenía que estar completo, con todos sus accesorios, según el que eligieras al azar.

Una vez hecho eso, tenías que correr al escenario y reclamar tu premio.

—¿Qué pasará con mamá? —pregunté a Anna, quien estaba apurada cambiándose, su disfraz era de colegiala.

—Tina es pésima bebiendo alcohol y si a eso le sumas lo cansada que está, lo más seguro es que el sueño la tumbe y la despierte hasta mañana —ambas miramos a mamá, quien, efectivamente, estaba bostece y bostece cuando intentaba ponerse el disfraz de monja.

Nada más acertado pudo haber sacado.

—Será una pena que se duerma, pero quizá sea lo mejor —mis tías y Anna rieron juguetonas.

Uno de los chicos semidesnudo tomó el micrófono y habló:

—¿Están disfrutando su noche, señoritas? —una oleada de gritos estalló al escuchar la voz sexi del stripper.

—Les tengo dos noticias: una buena y una mala, ¿cuál quieren primero? —preguntó el adonis de piel bruñida.

Las locas eufóricas gritamos al unísono que queríamos escuchar la noticia mala, primero.

—La mala noticia es que aún no les diré cuál es el premio —se escuchó un grito de decepción—. La buena noticia es que habrá tres ganadoras y dos premios —todas nos quedamos con cara de WTF.

—¿Si un premio se va a compartir con dos ganadoras, por qué mejor no hay una ganadora que tenga doble premio?

Mafer me miró con las cejas alzadas con fingido asombro.

—Qué mente y qué hormonas, te cargas.

Yo resoplé.

Recuerden, las tres ganadoras deben estar perfectamente bien vestidas acorde al disfraz que les tocó... —el chico hizo una pausa cuando notó un movimiento entre el público— Vaya, vaya... —habló animado, mirando en una dirección que nos hizo seguirlo —esto sí que ha sido rápido, sube hermosura.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora