Capítulo 47

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Unos golpecitos pausados en la puerta de la habitación hacen que salga de mi burbuja de fuego y lujuria. Me aparto de Titán para mirarlo y él sonríe restándole importancia, pero golpes se escucharon de nuevo.

—Pedí que subieran la comida —explica sonriente— nos duchamos y comemos, podrás descansar algunas horas antes de que lleguen los estilistas —propone sonriente.

De todo lo que dijo, solo me enganché con algo y no fue la comida a pesar de mi hambre feroz.

—¿Te quieres duchar conmigo? —lo miro atento.

Pero se me escapa una risita boba.

—¿Dónde se le quitan las baterías hormonales a mi novio? —se ríe abrazándome de nuevo —Black, si seguimos así, jamás saldremos de aquí.

Y no mentía, una vez con las hormonas encendidas parecíamos conejos Duracell.

—¿Eso es un sí o un no? —pregunta, animado.

—No pienso caer en tentación —intento resistirme.

—Juntos ahorraríamos tiempo y agua. Eres ambientalista, hay que ponerse prácticos.

Resoplé y aunque mis ganas eran muchas, no caería esta vez, tenía algo en mente que solo lo incluía a él.

—Quiero ver cómo te duchas —susurro con voz incitadora acariciando con mis manos su pecho— es una fantasía que muero por cumplir —Titan me mira con profundidad, asomando el brillo ardiente en sus hermosos ojos.

No creí que fuera a tomar la iniciativa, pero lo hizo.

Antes de hacerlo me besó apasionadamente y luego salió del jacuzzi para entrar a la ducha dejándome sin aire.

Las puertas de cristal no dejaban nada a la imaginación.

Titan había tomado la esponja y el jabón líquido corporal. Me guiñó con su sonrisa enciende hormonas.

Él no era nada tímido, todo lo contrario. Era un incitador de primera.

Pasaba la esponja por su cuerpo con su mirada ardiente fija en mí, jugaba con la espuma tocando su pecho y luego su miembro erguido.

Querían comérmelo de nuevo.

Juro que sentí que el agua del jacuzzi hervía o era yo.
Era yo.

Mordí mis labios y respiré decepcionada cuando se enjuagó y salió de la ducha. Tomó una toalla del perchero y la enredó a sus caderas, tomó otra y la colocó en sus hombros. Caminó a donde yo estaba y extendió su mano ayudándome a salir del jacuzzi.

Titán observó divertido que estaba cubierta de espuma.

Estira sus manos a mis pechos y juega con la espuma que se forma en mis pezones.

—¿Qué se supone que haces? —alzo mis cejas sin perder detalle.

—Comprobando que mis nenas sigan ahí —parecía muy entretenido.

—¿Tus nenas? —se refiere a mis pechos.

—Sí, mis nenas. Solo mías —responde convencido haciéndome reír.

—Bien, quita —doy un manotazo en ambas manos— ya comprobaste que siguen donde mismo, voy a ducharme —Él sube sus ojos a los míos y asoma su sonrisa ladina.

—Quiero verte, también —su voz cambia y sus manos me conducen a la ducha.

Apenas entro y él se quita la toalla.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora