Capítulo 43

6.6K 617 99
                                    

Titán

Día del accidente

El fin de semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos, después de la despedida de solteras de la familia de mi novia, al día siguiente hubo una parrillada en donde fui presentado con el resto de su familia.

No miento cuando digo que literalmente las mujeres Reyes se me fueron encima para darme la bienvenida, apretones de mejillas y una que otra me apretó los "cachetes" fue como una aceptación, supongo.

Era como haber entrado a una tribu de amazonas salvajes.

No entendía mucho su cultura, tenían un humor negro y de doble sentido. Si creía que Raquel era única... enorme fue mi sorpresa.

La comida fue una delicia a pesar de que en mi dieta no incluía el alto nivel de condimento y picante, pero no tuve corazón para decírselo a Frida.

Solo diré que me pasé mucho tiempo en el baño pagando las consecuencias de mi omisión.

¡Ey, pero comí taquitos de discada con salsa de molcajete y frijoles charros!

El lunes retomamos nuestras actividades escolares. Como cada lunes Frida y yo teníamos biología juntos y después entrenamiento, de ahí, nos íbamos juntos a casa.

Estábamos en la última parte del entrenamiento y aproveché el descanso para ir a la nevera por bebidas energéticas y de paso, para ver a mi chica entrenando.

Teníamos el mismo horario de prácticas y disfrutaba observarla cuando hacia sus rutinas, era por demás sexi y segura de sí misma, dedicada y apasionada en ese deporte. Todos nos dimos cuenta de que gracias a ella el equipo de Soft había mejorado notablemente, tanto que ya se estaban preparando para entrar a las eliminatorias.

Cuando se percató de mi mirada, me hizo un gesto seductor y luego volvió a su entrenamiento y yo a con mi amigo.

—Roldan... —él levantó la vista hacia mí.

Estaba sentado sobre el pasto, limpiándose el sudor con el cuello de la playera.

Ofrecí una bebida energética mientras disfrutábamos del breve descanso antes de regresar a la cancha. Me recargué en una pierna sobre el muro mientras daba el primer trago a la bebida.

Roldan tenía días comportándose serio, frustrado y dolido y yo sabía cuál era el motivo.

Owen.

Después de que Roldan también se negara a elegir entre las compañeras impuestas para la fiesta de recaudación, hubo un fuerte enfrentamiento donde salieron a relucir viejas rencillas.

Por más vueltas que le dimos a las circunstancias, ya no podíamos excusar a Owen por su mala actitud ni deslindarlo de sus fechorías.

Roldan y yo decidimos apartarnos de él.

Roldan ya no sería el esclavo de Owen y yo ya no más su títere, si él quería recobrar nuestra amistad, iba a redimir su comportamiento y, a pesar de todo lo que nos había hecho, yo tenía un poco de fe en él.

—No sé qué pasa por su mente, —habla Roldan con la mirada puesta en él— es como si fuera otra persona, ¿o es que siempre fuimos tan estúpidos para no darnos cuenta quien realmente es? —en su voz se palpa el desánimo y decepción.

—Jamás creí que íbamos a llegar a esta situación —suelto una respiración honda sintiendo el aguijonazo de la nostalgia— pero Owen es quien se está apartando de nosotros —repongo, era difícil aceptar que nuestro amigo de infancia, casi hermano se comportara ahora como nuestro peor enemigo.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora