Capítulo 14

8.1K 889 74
                                    

*******

Aún no entendía cómo era que había llegado a este punto, ni por qué demonios estaba en medio de una revolución emocional.

Me había aclarado mil veces a mí misma; que Titán y yo no éramos más que compañeros de clase de día, aunque también era dueño de mis fantasías puercas de noche.

Y se supone que yo entendía la diferencia entre mis fantasías y la realidad.

Por eso no debería doler lo que Owen dijo, era ilógico para mi mente, pero cómo le hacía entender a mi tonto corazón que no debía tener sentimientos por Titán Black, el divino semidiós.

Reconozco que Titán me atrapó desde la primera vez que lo miré en la cafetería, y también me desagradó cuando se comió el último cupcake de menta que yo tanto deseaba.

Desde ahí empezó todo mi desajuste emocional.

Jamás me había sentido así de confundida porque jamás alguien había llamado tanto mi atención.

Claro que hubo chicos atractivos con los que también tuve mis fantasías, pero Titán... ay, dios.

Él era Titán.

Atractivo y apuesto, alto, fortachón, mirada profunda y labios comestibles.

Me embobaba gesto taimado y sensual cuando sonría de medio lado y sacudía de lado a lado sus mechones rubios lacios.

Era un seductor innato.

Arrogante e indiferente y confieso que me atraía esa aura de chico malo y pesé a eso, sentía que él no era todo lo que me estaban pintando.

A lo que pude ver por mí misma, él era un chico herido que no sabía cómo salir adelante. Tal vez eso era lo que estaba provocando mi lado empático hacia él.

Quería consolarlo. Necesitaba hacerlo.

Y ante todo este caos, había tomado una decisión... le dejaría en claro mi interés por él de una vez por todas.

Así lo haría.

¡¿Qué?! ¡Lo más estúpido que has pensado!

Cierto, es la emoción, primero debemos aclarar que es lo que realmente tiene con la famosa Emily, no nos vayamos a llevar una sorpresa.

Hecho. Vamos poco a poco —dictó mi conciencia.

—He escuchado que tienes una relación a distancia y que por eso solo fui yo tu única elegida —empecé a decir —pero no lo entiendo, si ya tienes una relación, ¿por qué molestarte en escoger a otra? —pregunté sin rodeos, girando sobre mi asiento en busca de su mirada.

Me encontré con un gesto de molestia.

Ahí estaban las consecuencias de ser directa.

Creí que íbamos poco a poco.

—¿Y quién te lo dijo fue...? —indagó desafiante sin darme la mirada— dame un nombre, Reyes. Muero de curiosidad por saber quién conoce mi vida mejor que yo mismo. —Había un tono frío en su voz.

Era obvio que eso no era lo que yo había imaginado hace unos minutos.

¡Mierda!

Yo esperaba respuesta como: no, sí o que te importa.

Así podría soltarle mi sentir.

En cambio, hubo otra pregunta por respuesta que indicaba peligro.

Di un ligero masaje en mis sienes y respiré profundamente, fingí una sonrisa ocultando que no me había afectado su respuesta.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒕𝒊 [+𝟏𝟖] [Próxιmᥲmᥱᥒtᥱ en librerías]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora