35. Como amigos

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Capitulo triple (3/3) 

Pónganse cómodas que esto va pa largo jajaja

Créditos de la multimedia a: chris.velez_tecomotodo (Es una de mis pags favoritas, en serio que tiene unos edits de Chris como para morirse. Siganla en Insta)




Capitulo dedicado a: @MaricelaPilay (Mujer, en serio que me encanta leerte. Eres de esas lectoras fieles, que siempre están pendientes de cada paso que doy en mis novelas, y en verdad agradezco eso. No esperas ni un segundo para demostrarme tu apoyo con una estrellita, o con simplemente responder a mis mensajes en la casilla. Muchas gracias por todo, y en verdad espero seguir teniéndote por aquí. Saluditos Mari :) Se te quiere mucho )






Un día martes, las cosas empezaron a ponerse complicadas y extrañas. Realmente ese fue un día que parecía salido de una pelicula de terror... literalmente. Si antes creía que ya lo había visto todo antes de ese día, pues estaba muy equivocada. 

—Voy a salir con Chris por la noche. Decidimos darnos un descanso luego de las tareas, e ir a bailar un rato- le conté a Fer por el teléfono, mientras seleccionaba mi ropa para la noche. 

—¿Van a las 6? Cuando aún hay muchas pubertas... coff coff muchas pueden ser cncowners; que entran de contrabando a bares. Mejor vayan más tarde, cuando las niñas ya se hayan ido a sus casas, fingiendo que fueron al colegio. No querrás que te vean con él y te masacren viva—me recomendó Fer. 

—Descuida, ahorita no vamos. Chris tiene que ir hacer algo urgente en la casa de su papá, pero luego se va a encontrar conmigo en el bar. Justo ahora está bañandose para ir a ver a su...

—¿Bañandose?—Fer dijo con tono pícaro—. ¿En tu casa? ¿Porque se está bañando en tu casa? ¿Acaso estuvieron rompiendo las camas que quedaron sanas en tu casa?

Me extrañó muchísimo que él se la haya creído, pero en fin. Era divertido verlo creyendo todo como gran bobo. 

—En realidad rompimos las camas, las mesas, las sillas...

—¡No seas asquerosa!—él me soltó con desagrado—. Cochina pervertida, tu lo que necesitas es agua bendita. 

—Si, de hecho necesito una aguita bendita de Cantaclaro—solté bromista—. ¿No será de tomar un traguito de aguita? 

—Borracha—Fer dijo entre risitas

Oí el rechineo de una puerta detrás mio, y me di la vuelta.

—Nunca me he lavado el cabello con shampoo de rosas rosadas—Chris salió del baño con el torso desnudo, y con el cabello mojado cayéndole por los hombros. 

—De hecho usaste mi shampoo de bebé—le informé sin verguenza, y él soltó una carcajada—. Oye, no te burles. Huele rico, y es poco agresivo para el cabello. Yo lo lo uso siempre.

Chris se olió el cabello, y puso cara de guacala. 

—Debí regresar a mi casa para usar mi shampoo de vikingo viril con esencia de toro—él soltó y yo me partí de la risa.

De seguro se están preguntando porqué Chris usó mi ducha, y antes que se pongan de cochinotas, pensando cosas que no son... Chris solo tuvo que bañarse de emergencia, porque sin querer le embarré goma, escarcha y tinta de marcador en la ropa, cara, cabello... y... bueno casi todo le que se llama Christopher. Culpen de ello a nuestra recién descubierta tendencia a hacer bromas pesadas al otro. 

Profecía de un final feliz- Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora