37. Miedos que se hacen realidad

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La verdad me divertí mucho escribiendo este capitulo jajajaja. Fue algo nuevo para mi imaginar todo un ambiente pesado y de ultratumba. 

Okey... ahora si continúen. 

Capitulo dedicado a: camiilaa19 (Mil gracias Cami por siempre estar pendiente de esta novela. Me alegras mucho cada vez que me escribes preguntando por este par de estrellados. Saluditos linda, espero te guste el cap)





Aún permanecía latente en mi aquella ocasión en donde por primera vez sentí perder mi corazón. A partir de ese momento supe que ya no tenía dominio sobre mis sentimientos. Y la primera persona que causó aquella maravillosa y vertiginosa sensación fue Andrés.

Por siempre él sería mi primer amor, aunque claro... quizás no el amor de mi vida.

¿Y si se preguntan por mi primer novio, que me hizo una canallada? Pues ese no cuenta ni como mosco aplastado en el piso.

Parecía ayer cuando Andrés hizo algo que me desarmó por completo.

Era el día de nuestra graduación, y junto a nuestros compañeros y familiares, estábamos sentados en el teatro de mi colegio. Andrés en vista de haber sido elegido como el mejor estudiante de mi generación, fue el encargado de dar un discurso final. Yo estaba por completo orgullosa de mi amigo. En ese entonces ese era el titulo de Andy. 

—Señor Beltrán no se dormirá—soltó bromista Andy desde la tarima. Su discurso ya había terminado y todos los asistentes aplaudían por sus conmovedoras palabras recién concluidas—. Ya me voy, no se preocupe. Hoy es mi ultimo día por aquí para molestarlo.

Mi profesor de matemáticas; el señor Beltrán, desde su asiento solo negó con diversión a Andrés. Siempre se llevaron muy bien durante el periodo académico que estuvieron juntos.

—Gracias señor Fuel por... —dijo la secretaria a cargo de dirigir el evento, pero Andrés la interrumpió.

—Tengo una ultima cosa con la que agobiarlos a todos—Andrés, soltó un suspiro por el micrófono—. Por favor... yo...—Andrés miró a las autoridades sentadas detrás de él en una mesa, luego al público—. Dios, sé que si... si ella me dice que no, yo... yo podría arruinarlo todo pero... de... debo decirlo.

—Yo sí se que va a deci-ir—Fer a mi lado, dijo dándome un codazo.

Entonces vi como Andrés alzó la mano, dando a lugar que todos mis compañeros alzaran una hoja de papel con letras de colores impresas. Al ver lo que allí decía casi me muero.

Dale el sí 

—Dicen que el colegio es una hermosa etapa que jamás se olvidará. Suelen decir los adultos, que allí vivieron los mejores momentos de su vida, y yo quiero que esas palabras se cumplan cuando esté viejito y arrugado—Andrés se pasó una mano por la nariz con nervios, y aunque un tanto inseguro puso su vista en mi dirección—. Me estuve preguntando, cual sería ese recuerdo colegial que catalogaría como el mejor de mi vida, y llegué a una conclusión. Mi más grande y bello recuerdo debe ser Cielo.

En seguida todos mis compañeros soltaron chiflidos, y gritos de emoción por lo que pasaba. Yo por mi parte empecé a temblar como idiota.

—Aun estoy a tiempo de hacer que el hermoso recuerdo mejore. Aún estoy a tiempo de decir en un futuro a mis hijos que en este colegio encontré a su madre. Todavía estoy a tiempo de hacer de nuestra historia algo épico. 

Las hojas de papel empezaron a sacudirse a mi alrededor, causando que como única reacción yo me pusiera a llorar.

—Cielo Rojas, ¿quisieras ser mi novia?—me preguntó Andrés, y yo me puse de pie de un salto. No me costó nada salir de mi asiento y correr por el pasillo que llevaba al escenario. Andrés por su parte, también había bajado del escenario. 

Profecía de un final feliz- Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora