Profecía de un final feliz- Christopher Vélez

52. Demuéstrame

—Chris. Disculpa que te molestemos tanto pero... Mi amiga quiere saludarte. Ella es muy fan tuya. En serio te ama.

—Lo dudo—solté con molestia.

Hasta él momento Cielo no había hecho nada que demostrara un amor real.

—Obvio si—Estefy me dio un codazo divertida—. Por ti hasta le fue infiel a su novio de 7 años.

Aún no quería oírla, ni mucho menos verla. Era momento de hacerle sentir lo que significaba ya no tenerme. Era necesario para que entendiera que yo era importante, incluso más que sus miedos y confusiones. En verdad necesitaba que entendiera que me amaba. 

Mary se acercó a mi lado poniéndome la pantalla en frente.

Me quedé sin aliento al ver a mi tormenta viviente, siendo igual de extremadamente hermosa pese a sus notable ojeras y ojos rojizos e hinchados.

Se veía mal, y pese a que debería sentirme mal por ello...no pude. Me daba alivio saber que sentía dolor por mi ausencia. De alguna forma supe que no fui tan simple en su vida.

—Hola... mi amor—dijo Cielo mirándome triste.

—¡No me lo creo!—seguía gritando Mary. Estefy al otro lado también sonreía y saludaba a la cámara

Me alagaba que se hubiera esforzado por contactarme, pero aún así todavía no se me hacía justo darle la facilidad de hablarme. Yo lo había arriesgado todo por ella, llegando hasta al punto de romperle el corazón a Lu, sin embargo ella no fue capaz de tan siquiera despedirse dándome una explicación.

Ya no quería ser el único que se esforzaba. 

—Me voy atrasar a... Mi vuelo—dije de repente sin mirar el teléfono. Las chicas me miraron confundidas—. Me tengo que ir en serio.

—¡Ponle el teléfono en la cara si es necesario!—dijo Cielo alzando la voz—. Mary, no dejes que se vaya. Y Estefy... agárralo de donde más puedas.

Y entonces Estefy me envolvió con sus brazos dejándome inmóvil de la cintura para arriba. Mary me clavó casi que en la nariz el teléfono.

—Hueles tan rico—Estefy susurró soñadora—. Moriría teniéndote en mis brazos. 

—Perdón, Chris. Se lo prometí—Mary estaba roja, mirándome avergonzada—. Solos serán unos minutos. Dijo que solo te decía algo y...

—Bellas, todo está muy divertido pero... en serio tengo que irme.

La paciencia se me iba a agotar y no quería portarme grosero con ellas.

—Te amo, Chris—dijo de repente la voz de Cielo y de inmediato sentí que volaba en las nubes. Cielo siempre me desarmaba así de fácil—. Precioso, en verdad te amo. TE AMO, TE AMO, TE AMO chico morfina. No hay nadie que me de tanta paz como tú. Eres mi luz.

Me quedé como estatua con la vista en el celular. Ella empezaba a descomponerse sentimentalmente, pues su labio inferior empezó a temblar y sus ojos se cristalizaron violentamente.

—Gra-gracias—dije distraído—. Saluditos.

Ante mis palabras tan frías Cielo bajó la vista desesperada.

—Tengo tanto que decirte—soltó sollozando—. Te- tengo miedo, y no se trata de un miedo estúpido. Es un miedo muy fuerte que solo entenderás si me escuchas. No quiero perderte pero quizás ese sea el futuro para ambos. Nadie lo puede evitar.

—Wouu, ya se pasó de cursi—Estefy dijo boquiabierta—. Ahora si parece fan enamorada.

Me quedé analizando sus palabras y un escalofrió me recorrió el cuerpo. Nunca la vi con tanto temor en sus ojos, y juro que me dolía verla así.