— ¿Disculpa? —pregunto sorprendida. Harry me da una pequeña mirada burlona y no puedo evitar desviar mi mirada para disimular un poco mi sonrojo. Estoy un poco molesta con él, porque es un traidor, al igual que Jake.
Me las pagarán un día de estos.
Ya lo verán.
Sin embargo, hago caso omiso y continuo comiendo más de la pasta que preparé hace rato. Está muy buena, pero he perdido el apetito y solo juego con los espaguetis, los muevo de una orilla a la otra y suspiro. Harry lo nota enseguida y después de dar un gran trago a su jugo de manzana, carraspea.
—Diane, ¿te encuentras bien? —su tono de voz ha dejado de ser burlón, de verdad se está preocupando por mí y se lo agradezco. Asiento y no me atrevo a mirarlo. Mi buen humor de hace un rato se ha esfumado del todo y no quiero hablar con nadie. — ¿Es algo de tu madre?, ¿de Niall? —tomo gran parte de mi fuerza de voluntad y elevo mi mirada hacia su rostro. Frunce el ceño. Mi falta de respuestas sigue preocupándole. — ¿Jake? —prueba y esta vez acierta.
Todo mi estado de bipolaridad es gracias a Jacob Atwood.
Juego un poco más con mi comida y finalmente la hago a un lado. Miro con seriedad a Harry quien aún espera una respuesta.
—Sí. —admito. —Se trata de él. No tengo razón de él desde el día que me dejo afuera de la casa donde tuve la cita con Niall. No responde mis llamadas, ni siquiera abre mis mensajes. Ninguno. Me preocupa que haya cometido una locura después de haberme llevado hasta allá. Dios, estoy nerviosa. —Harry hace una mueca y me percato de que él sabe algo.
Claro, porque no lo había pensado antes. Que tonta que soy.
— ¿Qué es lo que sabes, Styles? —lo apunto con mi tenedor. — ¿Qué es lo que me estás escondiendo? —finge inocencia durante un rato pero yo no desisto. Lo miro entrecerrando mis ojos y trato de hacer mi más amenazador gesto. Funciona. Harry se remueve incómodo y finalmente responde.
—ÉlsemarchoconmihermanaunosdíasaNuevaYork. —espeta tan rápido que solo intercepto lo más mínimo de la información. — ¡Ya está!, lo dije, tengo que irme. Debo eh.... Debo hacer algunos deberes. ¡Adiós! —No alcanzo a detenerlo. Él logra cerrar la puerta principal en mi rostro y decido no ir detrás de él. Claro, tarde o temprano tiene que volver y entonces me encontrará esperando una muy pero muy buena respuesta.
Mi teléfono suena y no tardo más de cinco segundos en tomarlo y responder. Es un mensaje, Niall.
Niall: Hola hermosa, estoy de vuelta en Londres. Tengo una sorpresa ;)
Sonrío y me percato de que realmente no le había puesto mucha atención a la falta de mensajes por parte de Niall, mi mejor amigo me ha mantenido distraída las últimas semanas, estoy en una etapa extraña y la mayor parte del tiempo no pongo atención a lo que las personas a mí alrededor dicen y hacen. Niall se ha burlado de mí al respecto pero siempre logro distinguir algo de verdadera preocupación en sus ojos.
En cuanto al mensaje, no lo respondo, solo lo leo un par de veces haciendo que la sonrisa en mi rostro se haga cada vez más grande.
Me hundo en el sofá y tomo los auriculares para escuchar un poco de música mientras investigo un poco sobre ese puesto libre en el centro de artes. Es un puesto relativamente sencillo y realmente necesito un empleo después de haber dejado el restaurante por berrinches míos.
No puedo concentrarme y tras veinte minutos de distracción entera, decido que es mejor si yo voy hasta el lugar. Justo cuando estoy lista para salir, alguien llama a la puerta. Mi sonrisa se expande cuando la abro y veo a la persona que llamaba.