Me toma más de un minuto adaptarme a la brillante luz que emite la lámpara que se encuentra a mi izquierda. Es de noche, la hora de visitas terminó hace un par de horas y la enfermera me suministró algunos medicamentos que hicieron que me quedara dormida. Odio esa parte de los calmantes para el dolor, son efectivos, pero me pongo somnolienta. Cierro los ojos, incapaz de dormir por más tiempo y me percato de lo inusual que es que esa luz esté encendida. La única ocasión en la que lo había estado fue cuando Harry permaneció aquí toda la noche estudiando para una importante prueba.
Giro mi cuello un poco cuando mi curiosidad vence al dolor y mi sorpresa es gigante cuando descubro a Jacob frunciéndome el sueño. Así como, realmente frunciendo el ceño, con molestia, con reprobación. No había recibido una mirada de esas nunca. Diablos, se siente mal. Elevo mis labios en el peor intento de una sonrisa que jamás había hecho y él comienza a negar lentamente.
—Ni lo intentes. Estoy malditamente molesto contigo, Fray. Por muchas razones. ¿Me puedes explicar por qué no llamaste a mi primero?, ¿Por qué trataste de esconderlo?, ¿crees que no me daría cuenta jamás de que permaneciste en el hospital por tanto tiempo después de un grave accidente?, ¿Qué pasó con eso de la confianza? —su rostro ha pasado de la molestia a un gesto claramente herido. Trago. — ¿Vas a responderme? —insiste.
Inhalo una gran cantidad de aire, tan grande que mi abdomen duele al hacerlo. Hago una mueca, pero Jake ni se inmuta.
Está tan molesto conmigo y no puedo culparlo. Si los papeles estuvieran invertidos, yo también hubiera tenido esa reacción.
—No quería que Niall se enterara de esto. Quise ahorrarle los sentimientos de culpa que lo carcomerían por siempre. —confieso. Jacob presiona sus labios en una delgada línea y después bufa.
— ¿Crees que correría a contarle todo después de que lo supiera? —pregunta.
Asiento. —También lo hice por miedo a que mamá se enterase de ello y quisiera mantenerme con ella el resto de mi vida. —digo. —Creo que le dirías a cualquiera de ellos lo que estaba ocurriendo conmigo.
Mi amigo toma una gran respiración, su ceño fruncido desaparece y se inclina un poco hacia mí. Por lo menos estoy terminando un poco con su enfado. Es horrible saber que está enfadado conmigo porque realmente me importa lo que el piense sobre mí. Lo quiero y me entristece la idea de decepcionarle o algo por el estilo.
Un fantasma de una sonrisa aparece tan rápido como se va.
—Definitivamente lo hubiera hecho. —afirma. —A todo el mundo, probablemente. —juega y sonrío aliviada.
—Lo sé... ¿Cómo te has enterado? —pregunto. Me regala una de sus miradas obvias y me encojo de hombros. Realmente no lo sé. Harry no pudo haberlo hecho. A falta de respuestas, él rueda los ojos.
—Niall. Él ha estado molestando por las últimas dos semanas y media. Cree que te marchaste a Nueva York de nuevo después de la pelea, no me sorprende que llamara a tu madre también. —eso me pone alerta, ¿Por qué no lo preví? —Al principio no le tomé importancia, pero no pude después de tantas llamadas. Me preocupé cuando te llamé y no hubo respuesta. Vine aquí cuando terminé los últimos papeleos sobre algunos asuntos legales. Cuando la enfermera me puso al tanto de la historia completa el primer pensamiento que pasó por mi mente fue: "¿Cómo diablos pudo ser tan estúpida?", después me preocupé bastante cuando te vi como un moretón viviente, postrada en esta pulcra cama de hospital. —escucho con atención la historia. — ¿Te has visto en un espejo?, luces horrible. —dice en broma. Yo sé que está hablando en serio, sin embargo. No me he visto, pero me siento mal e imagino que debo verme peor. Los gestos que Harry hace al verme son indescriptibles.