Bueno, cuando pensé que tal vez esto no estaba tan perdido como imaginaba, no tomé en cuenta lo difícil que podría hacer entrar en razón a Niall justo cuando él tiene todos los puntos a su favor. Ahora, mientras camino bajo la lluvia al sitio donde quedamos encontrarnos para hablar, pienso en las posibilidades. Son infinitas y me asustan todas ellas.
Observo a las personas correr por las calles buscando refugio, otras, las que fueron un poco más listas y precavidas, caminan por las calles con tranquilidad cubriéndose de la lluvia con un paraguas o un impermeable. Y, los inteligentes, decidieron quedarse en casa y ahorrarse el resfriado que con seguridad atraparé después de estar tan empapada.
Aun puedo dar la vuelta y volver al departamento de Ethan y continuar conviviendo con un Jacob que ignora mis pláticas y hace todo lo posible por no cruzarse en mi camino. La tensión es casi palpable desde la noche en la que los dos estuvieron conscientes de lo que les hizo embriagarse a tal grado.
Estoy sentada entre tres chicos durante la cena, sé que tengo que ser lo suficientemente valiente como para traer un tema a colación que no lleve a otro desagradable. Siento que me volveré loca de un momento a otro si nadie habla dentro de unos segundos. Paseo mi mirada entre los tres hombres; Ethan mastica sus macarrones mirando de uno a otro de nosotros, tal vez esté incomodo al igual que yo o quizás no, quizás esté divertido con la situación o tal vez no le importa, no lo sé y por una extraña y desconocida razón, por primera vez no me interesa saber porque o que pasa por su mente. Jake come, pero está atento a su comida y su ceño fruncido parece estar tatuado pues no cambia de expresión en ningún momento. Pareciera estar esperando que alguna cosa extraña apareciera entre su comida. Y luego, miro a Niall, que a la vez me mira a mí y después desvía la mirada hacia su plato vacío.
Me muerdo el labio y busco en mi mente algún tema de conversación para que los tres se integren. Cuando abro la boca para empezar a hablar, Niall me interrumpe.
— ¿Podemos hablar? —asiento. —No. Hablo de Jacob. —dice Niall. Por primera vez, Jake levanta su mirada y se encoge de hombros. Ambos salen del comedor, unos segundos después, la puerta principal se abre y cierra. Ellos probablemente están en el pasillo.
— ¿Puedo preguntar algo? —cuestiona Ethan rompiendo el incómodo silencio.
—Claro, no hay problema. —contesto encogiéndome de hombros. "Lo peor está sucediendo, ¿Qué más puede pasar?" es lo único en lo que pienso.
— ¿Conocías a Niall?, digo. Fueron algo antes de que te marcharas. —dice a pesar de que es bastante obvio en este punto. Lo último que dijo suena más como una afirmación y levanto ambas cejas hacia él. Comprende lo que quiero decir y se encoge un poco.
—Hey, no te preocupes. —tranquilizo. —Sí, ambos salimos. —contesto simplemente. Me siento incomoda. No he hablado con nadie jamás acerca de esto.
—Ah. —come un bocado de macarrones. — ¿Quieres ir a escuchar lo que están diciendo? —pregunta y alza una ceja. Asiento y me sonrojo violentamente. Ethan ríe por lo bajo. —Vamos. —dice en voz baja y los dos nos dirigimos hacia la estancia para descubrir que Jake y Niall han terminado de hablar. Jake entra a la casa pero se niega a mirarme y se va directamente a la habitación. Por su parte, Niall me mira cuidadoso.
— ¿Podemos vernos un día de estos? —asiento, porque en realidad eso es lo que más quiero y el rubio suspira mientras despeina más su cabello. —Ethan, gracias por recibirme anoche y no mandarme en taxi a mi departamento. Lamento las molestias. —se dirige al mencionado con un poco de vergüenza. Lo sé porque mueve sus pies con nerviosismo. —Tengo que irme.