~Capítulo 9~

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Al día siguiente Bastet se levantó con un humor de perros. La discusión con Drogo la había dejado peor de lo que ya estaba.

No le gustaba estar así por alguien como el khal.

Salió a pasear entre el campamento. A pesar de ser temprano ya había bastante actividad. Fue a desayunar algo y después siguió andando. Sin que ella lo viera, Khal Drogo se acercó.

—Bastet...

Ella intentó seguir con su paseo matutino, pero Drogo insistió en seguirla.

—Para, Bastet. Mis palabras de ayer fueron dichas en mal momento. Pido que me disculpes por haberos ofendido a ti y a tu venerable madre.

—He oído que la gente pone un duda esa relación. ¿Cómo puedo ser hija de la venerable miembro del Dosh Khaleen y la hermana de la nueva khaleesi si está no es también su hija? ¿Acaso debemos pensar mal del difunto khal de la venerable Cotha?

—Los rumores son pasatiempos de gente débil como ovejas. Nadie pasaría enfrentar a la venerable Cotha ni a su hija, que sólo mira por el bien de su gente. Deseo poder presentarme ante el Dosh Khaleen sin errores que pesen sobre mí y mi caballo.

Aquello sorprendió a Bastet. Fue ella la que empezó la discusión con sus malas respuestas. No esperaba que Drogo se disculpara de aquello.

El khal esperaba una respuesta a su petición.

—Está bien, Khal Drogo —contestó Bastet—. Te perdono siempre y cuando tu me perdones a mí. Pido disculpas por mi comportamiento en tu boda y por lo de ayer.

Tras estas palabras, Drogo se marchó.

Algo más tranquila, y pensando en frío lo ocurrido en los últimos días, Bastet decidió que debería esforzarse para que hubiera tranquilidad en el khalasar.

Era la protegida Nana Cotha, y por ella debía dejar de intentar llamar la atención de alguien que estaba fuera de su alcance.

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La noche anterior Drogo y su esposa habían tenido una riña.

El khal volvió a su tienda tras la discusión con Bastet. Al entrar se encontró con su esposa despierta, esperándolo.

—¿Donde has estado? —
le preguntó su esposa en dothraki.

Viserys había obligado a Daenerys a estudiar el idioma dothraki antes de la boda con el khal. La nueva khaleesi sabía lo básico, pero aún le costaba dominar esa "lengua de bárbaros".

—Fuera.

Daenerys se acercó a su esposo e intentó besarlo, pero él la paró.

—Esposo mío, todavía no has cumplido con tu cometido.

Detestaba a aquel hombre y a su hermano por obligarla a aquella farsa, pero Viserys lo tenía en su poder, y no se detenía ante nada cuando decía algo. Ella misma lo había constatado cuando Bastet se marchó y la obligó a...

Un escalofrío descendió para la columna de Dany. Dejaba de tener miedo y el dolor desaparecía si no pensaba en ello, si lo ocultaba como si no hubiera pasado.

Pero había ocurrido, a veces aún volvía a aquellas noches en sus pesadillas.

Era una niña sola, sin nadie que la protegiera. Ahora no, había una persona por la que luchar, y haría todo lo posible por mantenerla a salvo, aunque eso significará tener que darle un bebé al salvaje de su esposo. Después de todo, Viserys solo la veía como una madre de herederos.

Llevaba siendo así desde que Bastet se escapó y la dieron por muerta.

Llevaba siendo así desde que se comprobó su fertilidad.

Dany intentó abrazar a su esposo, decidida a acabar con todo cuanto antes, pero Drogo la apartó con fuerza.

—¡Te he dicho que no!

Daenerys esta aquel momento tenía un semblante dulce, pero el rechazo le cambió la cara por completo.

—¿Crees que no sé lo que pasa? ¿Piensas que te casaste con una mujer tonta? —le empezó a gritar—. ¡Sé perfectamente que deseas a Bastet!

El khal no se dignó a contestar, en lugar de eso se fue a su lecho y  Daenerys se fue al suyo.

Nadie sabía que los cónyuges no compartían cama.

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Al día siguiente Drogo volvió a buscarla.

—Quiero aprender vuestra lengua.

A Bastet le sorprendió aquello, pero sería una gran oportunidad para arreglar las cosas.

—Claro, pero... ¿volverías a instruirme en el arte de la lucha? Desde que perdí a mi profesor no pude volver a entrenar.

Desde aquella conversación tenían clases de idiomas y de lucha cuando podían.

Un tarde Richard fue a buscar a Bastet.

—Drogo ha dicho que quiere verte en su tienda.

Aquello era extraño, tocaba práctica de armas.

Fue hasta su tienda y entró. Drogo no estaba allí, en su lugar en la tienda solo había un cofre abierto.

El cofre contenía los cuatro huevos de dragón petrificados que le habían regalado a Daenerys por su boda.

Se quedó mirando el mismo de la otra vez. Se sentía extrañamente atraída por el huevo de color rosa, parecía que la llamaba. Se acercó a tocarlo. Tenía el tacto frío. Se preguntaba cuánto pesaría pero...

—¿Qué haces? —la voz de su hermana provocó que Bastet quitara la mano del huevo petrificado.

—Richard me dijo que Drogo me esperaba aquí.

—Drogo le dijo a ese patán que te estaba buscando, no que te esperaba aquí —contestó su hermana, cansada.

«Richard...».

—Pero ya que estas aquí... tengo que decirte algo —siguió diciendo Daenerys.

Bastet se esperaba lo peor. Sin que pudiera reaccionar, Daenerys la cogió por el cuello.

—¡Sé que hay entre mi marido y tú! — le gritó mientras le seguía agarrando el cuello—. ¡Aléjate de él! No lo entiendes, yo no quería, pero Viserys...

—¡Hermana, suéltala ya! —otra voz apareció. Lo que fuera que pretendiese decirle a Bastet, no consiguió la suficiente fuerza oara decirlo en presencia de su hermano.

Viserys llegó y apartó a las mellizas.

—¡Es nuestra hermana, no vuelvas a hacer eso! —gritó Viserys.

Viserys salió con Bastet de la tienda. Daenerys no los siguió.

—¿Estás bien, hermanita? —hablaba con voz amable—. Siento todo esto. No te preocupes, hablaré con ella para que no vuelva a pasar.

Bastet pasó el resto de la tarde hablando con su hermano. Drogo no apareció, pero Viserys estaba sorprendentemente agradable.

Por la noche, Rhaegar volvió a aparecer en los sueños de Bastet.

—Ten cuidado, Bastet —le dijo su difunto hermano muy serio—. Nadie se vuelve amable por casualidad.

—Ya lo sé, hermano. Solo le sigo el juego —se rio Bastet—. Quiere que me case con él para mantener la sangre pura de nuestra Casa.

La segunda danza de dragones.«Khal Drogo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora