Salsa de tomate

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Bulma caminaba algo triste, hasta llegar a su casa trabajar con Vegeta era un fastidio aparte ese estúpido había derramado jugó en su ropa y ella ya quería matarlo, pero claro no podía porque sino no podría ayudar a su madre en casa.

Había llegado el otro día y Bulma se vestía para ir al colegio cuando su madre subió a su alcoba.

Bunny:Pequeña, ¿Como amaneciste? Bulma fingió una sonrisa.

Bulma: Estoy genial mamá, me siento muy bien en la nueva escuela, además el chico para quién trabajo esta en mi clases, si estudiamos juntos... Y así se me hace más fácil ayudarlo.

Bunny: Que bueno... Me siento feliz si tu estas feliz, pero recuerda si en algún momento no te sientes cómoda con ese muchacho, me lo dices.

Bulma: Si mamá. Dijo algo cansada.

Su madre salio de la alcoba y Bulma miro su reflejo en el espejo.

Narra Vegeta:

Vegeta: Entonces chicos cuando la azulada este en recreo quiero que haya esparcida salsa de tomate por todo su cuerpo, hasta que no halla un espacio que no tenga color rojo y luego le dicen que fue un pequeño regalo de mi parte.

Radizt:Quiere que digamos que fue usted??

Vegeta: Claro que si, esa estúpida no puede hacer nada en mi contra.

Narradora:

Bulma salio de su casa y minutos después se encontró con Yamcha el futbolista, el capital de equipo del colegio.

Yamcha: Hola. Dijo el algo tímido y con una tierna sonrisa en el rostro.

Bulma: Hoola. Dijo algo,nerviosa, no estaba acostumbrada a que un chico tan guapo y popular le hable.

Yamcha: Bulma? Si es Bulma. Dijo sonriendo. - Me gusta tu nombre, es muy bonito.

Bulma:Gracias. Se sonrojo por completo. Un chico guapo se sabía su nombre y aparte de eso dijo  era muy bonito.

Yamcha:Bulma... Después de clases, no se, después de clase tu y yo ir a comer un helado como a la tres. Bulma iba a decir que si, pero luego recordó que tenía las clases con el imbécil, perdón con Vegeta.

Bulma: En la tarde?? No puedo tengo algo que hacer. Habló cabizbaja pero al ver la mirada tierna del pelinegro. - Pero, como a las seis estaré libre, así que si quieres podemos ir al cine.

El pelinegro sonrió con emoción.

Yamcha: Paso a las seis y treinta por ti. Dijo feliz. Llegaron a la escuela y ya que estaban en salones diferentes se separaron al dar la vuelta Yamcha hizo un gesto de victoria y Bulma dio una sonrisa enamorada, cuando por fin la peliazul llegaba a su clase se encontró con un grupo de chicos que empezaron a tirarles tomates podridos.

Bulma: Que les pasa?? Dijo asustada y al tratar de correr callo al suelo, todo su peso quedó en su pierna y sintió un gran dolor. - !Mi pierna! Grito con dolor, pero no puedo resistir mas y quedo sin conocimiento, los chicos al verla así se asustaron y corrieron lejos de ahí, solo un chico de último año, se acerco a nuestra peliazul y la tomo del suelo.

Ojos vendados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora