Mi Sombra no tiene derecho a la noche

Dos

Un humano espía,fisgonea o acosa;una deidad observa, estudia,analiza,etc. Por lo que para Whis, ver el teatro a través de su cetro no le causaba ninguna vergüenza o semejante. Veía ese lugar porque no sabía muchos datos de la "corista" como para dar con su paradero.

La miraba por un tiempo,en ese refugio que tenía,pero más que mirarla le gustaba escucharla y no sólo cantar. La forma de pronunciar entrecortada que tenía al hablar,le causaba un deleite difícil de definir. La muchacha hablaba poco, probablemente por ese problema que tenía en su forma de comunicarse. Iba al teatro varias horas a la semana a ensayar en compañía de un hombre mayor bien vestido. Parecía ser algún pariente.

Tenía un cabello rubio demasiado largo,que peinaba siempre con una trenza,pues era el peinado que todas llevaban ahí,como ese vestido rosado que desde el punto de vista de Whis, le restaba presencia. Por esos días no podía ir a la tierra ya que su señor había despertado y no de muy buen humor,pero se le pasó rápidamente gracias a algunos manjares que reservó para él. Gokú le había pedido entrenar con él,pero el ángel se negó. No queria interrupciones.

¿Podia hacer una lista de cosas que le gustaban? Tal vez tomándose algo de tiempo,pues no había algo (aparte de la comida) que le causará un interés particular,mas el sonido y en particular las voces privilegiadas si. Muchas fueron las veces que le hubiera gustado detenerse a oír,mas estaba privado de eso como de muchas cosas. Sin embargo,habia encontrado la forma de disfrutar de esos pequeños placeres,en los períodos en que su señor dormía y el pez oráculo no baticinaba, que haría algún desastre mayor como cuando destruyo el sol.

La muchacha le había cautivado. Más que nada por su voz y quería disfrutar de eso, de una forma más directa. Podía ir y presentarse,pedirle que cantará para él. Desde su perspectiva no había algo de malo en eso,pero los humanos tienen una conducta determinada para todo. Recordo la forma en que ella lo miro aquella vez, que la esperó en la parte posterior del edificio. Parecía algo incómoda y un tanto asustada. Quizá se sintió intimida con su presencia o sólo no fue un buen momento. Mientras sofreia unas verduras, pensaba en esas cosas e ignoraba los llamados de su señor, que no dejaba de preguntar ¿a que hora estará la comida?.

-en un momento,señor Bills ya falta poco-le dijo por costumbre algo fastidiado,pues la última exclamación del dios, lo saco de sus pensamientos.

Un gran banquete preparó para el dios que comía con entusiasmo.Hacia caras graciosas cuando comía a gusto y estaba feliz,a Whis se le hacía divertido verlo en esos momentos,mas sabía que aquello duraba lo que la comida.Luego se iría a reposar o ver sus animés,leer sus mangas o enviarlo a alguna parte por, alguna cosa que se le haya antojado.Nada de eso le molestaba en realidad,tampoco lo aburría,mas le causaba una especie de mitigación.

Una tarde el dios, quizo salir a reposar a la sombra de los árboles y mientras él dormitaba Whis,tarareaba esa canción se forma casi inconsciente. Era un día agradable,soleado y fresco. Se sentía particularmente bien,eso hasta que el hakaishin le llamó la atención por estar haciendo ruido y no dejarlo descansar. Un pequeño intercambio de palabras,luego el ángel guardo silencio. Quería oír a la muchacha cantar,pero a traves del cetro no se oía igual y para colmo no podía separarse de su señor. Superado el pequeño altercado,Whis le pregunto si deseaba comer algo especial,él podía ir a la tierra y traerselo. El dios lo miro sin interés y le dijo que estaba bien así. El plan de Whis fue frustrado y sabía que si incistia,su señor sospecharia. Esa sugerencia ya salía de lo habitual. Era el problema de vivir tanto tiempo junto a alguien,hasta los parpadeos daban señales de las intenciones que cada uno tenía.

Una nueva oportunidad se le presentó unos días después, cuando el dios quería pudín y ya no quedaba en la nevera. Whis fue a la tierra por más postre esperando poder ver la ópera, pero Bulma,le dió la noticia de que el teatro ahora presentaría una obra musical distinta. Temiendo no encontrar a la muchacha llego al lugar,pero ella seguía ahí. Entrar sin permiso ocasiono que unos guardias lo interrogaran,pero su atuendo ayudo a que lo confundieran con uno de tantos actores del lugar. Idea que alimento para buscar a la muchacha y poder pedirle lo que quería.La joven caminaba tras bambalinas cuando Whis le salió al paso. Lo reconoció de inmediato y dió un paso atrás instintivamente.

-buenas tardes señorita-le dijo esperando oír la respuesta,pero ella sólo intento pasar por su lado.

Se movió a la derecha y a la izquierda para impedirle pasar, cosa que terminó de asustar a la joven, que dio un grito a lo que un hombre respondío.

-¡oye! ¿qué le estás haciendo? ¿Yume este sujeto te está molestando?

-ehh no,claro que no-exclamo un poco disgustado con la acusación-yo sólo la saludé y...

El hombre miro a Whis y luego a la joven que ahora sabía se llama Yume. La muchacha se veía más nerviosa que asustada abrazándo unas carpetas.

-seguro trataste de que hablará ¿no? Yume casi no habla-le dijo el hombre-anda muchacha que te están esperando.

Yume pasó por el costado del ángel y desapareció tras unas cortinas.

-¿dice usted,que ella casi nunca habla?

-no... tienen un problema y se le traba la lengua cuando lo hace-le dijo el sujeto-pero cuando canta ¡lo hace como un ángel! nadie sabe como lo logra,sin embargo,
está relegada a una simple corista.

Whis oía el asunto con la cabeza inclinada a un costado y una mano en la barbilla

-El ser humano posee una neurofisiología que es adaptada para procesar el habla en una secuencia temporal. La tartamudez afecta a la habilidad de secuencialidad del sonido y del habla, es decir, perjudica al procesamiento de segmentación temporal en el cerebro.En este caso, el problema sólo aparece cuando el discurso es auto-expresivo. En el caso de la música, al cantar no existe un discurso de auto-expresión, porque la música marca el ritmo y la letra es predefinida...-dijo el ángel como pensando en voz alta.

-¿y tú eres médico o qué?-le cuestióno el hombre.

Whis se sonrió y le dijo que lo había leído por ahí. La muchacha fue a practicar al escenario y el ángel,subió donde estaban las luces para poder oír su canto. ¿Qué deleite agitaba ese voz en el ángel? ¿qué sentimientos exaltaba? Whis nunca los iba a verbalizarlo. Él oía con los ojos cerrados y respiraba al compás de esa voz suave,dulce e intoxicante de la que estaba ebrio,mientras mil y una idea surgían en su mente. Ideas blancas,grises,negras;pero todas alimentadas por esa voz.

Desde allí observó todo y cuando la muchacha se retiró él, pensó en hacerlo también,pero oírla cantar en esa lengua extraña no era lo que él deseaba así que bajo para hablarle y pedirle eso que tanto quería. La muchacha era bastante tímida con los extraños,eso no sólo lo sabía también lo había comprobado, pero ya había esperado demasiado y simplemente la abordo antes de que fuera a reunirse con ese hombre que la pasaba a recoger.