veintiséis

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-No hace falta que nos acompañes,Whis-le dijo el Gran Sacerdote, con su expresión habitual.

Yume era suya o eso sentía Whis, eran suyos sus labios,su cuello y esa voz. Si hubiera tenido que ejemplificar lo que sentía lo hubiera hecho de esta forma: esa mujer era suya y por su falta de tino ahora debía permitir que otro la desvistiera y la tocara en su presencia. Así de indignante era todo eso para él y así mismo de aberrante.No quería que cantara para nadie más,sólo para él y únicamente para él.

-cantare para Zen oh sama y volveré,no tardaré mucho ¿verdad,Gran Sacerdote?-le dijo ella mientras se ponía de pie.

-así es...en una hora estará de regreso.

Yume paso por el lado de Whis, para ir con el Gran Sacerdote y en ese momento él,la tomo por el brazo.

-iremos ambos,además respecto al concierto hay algunas cosas que me gustaría discutir contigo.

El Gran Sacerdote, miro a la muchacha y miro la forma en que Whis la sujetaba,se dio la vuelta y le pidió a su hijo que lo acompañara. El ángel dejo a Yume y fue con Daishinkan,pues sólo lo llamo a él. Ambos desaparecieron en una esfera de luz permitiendole a Bills, respirar relajado.

-por un momento pensé que esos dos...-murmuró el dios-no tienes idea de los problemas que causas,niña.

-¿problemas?

-si,problemas-le dijo el dios caminando hacia ella,hasta quedar en frente-no me digas que no sabes a que me refiero,
Yume.

Esos ojos ámbar del dios se posaron pesadamente en los de ella que tenían ese mismo color,pero más suave. Él se inclino un poco hacia Yume, como buscando dejar en claro que buscaba de ella una respuesta,pero la muchacha imitó el gesto dejando su rostro a centímetros del de él.

-sabia que tiene una voz muy profunda y que cae en los bajos de forma natural-le dijo haciéndolo retroceder-a ratos se escucha vibrante,seductora en especial cuando parece ronronear,sin embargo,la fuerza a que se escuche más clara para restarse el impacto negativo que causa.

-¿impacto negativo?-repitió Bills sin saber a que se refería.

-bueno su timbre natural puede ser demasiado sombrío e imperante,así que de forma inconsciente fuerza su voz a alcanzar un tono más agudo por eso su voz tiene tantos matices.

-así que eres observadora. Bueno eso es lógico-comento el dios-después de todo con ese problema que tenías para hablar pasabas mucho tiempo en silencio,la gente callada es observadora.

-yo escucho-lo interrumpió Yume-por la voz se puede obtener mucha información y yo no estoy causando problemas. No es mi culpa que él tenga...

-¿que él tenga qué?-inquirió Bills.

Yume guardo silencio. Ella podía sentir esa sombra dentro de Whis y no se lo diría a Bills,pues era parte de la intimidad de ese ángel. Ese ser compartía con ella muchas cosas,aun cuando había una frontera muy amplia entre los dos.Tenían una conexión profunda que ella,no iba a exponer delante de nadie. El dios insistió,pero Yume, aparto la vista rehúsandose a continuar.

-ten mucho cuidado con lo que estas haciendo,niña-le dijo el dios y la tomo por la barbilla para obligarla a verlo a los ojos-a veces las emociones pueden ser un autentico poder de destrucción.

-supongo que usted sabe de eso también-le respondío ella.

Si,Bills sabia de eso,mas el motivo por el cual él,mantenía sus emociones restringidas no tenia en nada que ver con las de Whis.

-¿sabes pescar?-le pregunto el dios.

-no...

-no es difícil...hasta el pez oráculo sabe hacerlo.

Mi Sombra no tiene derecho a la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora