De niña le leían un cuento en que una princesa vivía sola,atrapada en un castillo que era custodiado por un terrible dragón. Ella poseía una hermosa voz que atraía a caballeros valientes que, en desconocido afán, intentaban rescatarla sucumbiendo al fuego del dragón,pero al final uno lograba sacarla de ese cautiverio y se la llevaba en su caballo blanco rumbo al atardecer.-¿por qué el caballero la rescata si no la conoce?-le preguntaba ella a su nana,pero con su voz entrecortada.
-los caballeros tienen códigos de honor y conducta que los hacen extraños a veces-respondía la mujer.
-¿y por qué ella se va con él,sino sabe quien es y que quiere de ella realmente?
-porque le da una posibilidad-contestaba su nana tiernamente.
Se sujetaba con un poco más de fuerza de la requerida,pero es que ese viaje la tenía algo asustada. Escondía su rostro en el cuello de Whis,para no ver esa especie de túnel de luces que había a la espalda de este. Era como si estuvieran quietos y a la vez moviéndose. Algo mágico y aterrador al mismo tiempo.
Ese ángel tenía un aroma muy tenue y agradable que no se asemejaba a nada que hubiera olido antes, estando en sus brazos era imposible no sentirlo.De alguna forma apaciguante,de alguna forma inquietante.Esa fragancia la tenía algo aturdida y trataba de no moverse para no causarle a él, alguna molestia, pero poco a poco,al abrigo de ese cuerpo tibio,empezaba a dormirse y sus manos a desprenderse. No tenía de que preocuparse,Whis no la iba a soltar. Término sucumbiendo a ese letargo.
A Whis ese cuerpo dormido le resultó ligero y frágil.Le recordó a un ave que alguna vez tomo entre sus manos. Y es que si debía comparar a Yume con algo, eran las aves lo más acertado. Vulnerable,de belleza cándida y trino exquisito,como un pájaro exótico que él, iba a enjaular para su deleite. No quería compartirla con el mundo,ella era única y suya ahora.
¿Poseían algo los ángeles? No ¿deseaban poseer algo? Al menos a él le había surgido la necesidad de tener algunas cosas en muy escasas escasas ocasiones. Objetos que despertaron su curiosidad o que le causaban fascinación,pero no fueron más que ideas que pasaron por su cabeza. Ahora en cambio si había tomado algo para si o más bien a alguien para si mismo,sin detenerse a reflexionar demasiado en lo que eso implicaba para él y sobretodo para ella. Es que muy considerado no era. La empatía casi estaba ausente en su conducta,como también lo estaba el sentido común,pues lo que hacía con esa muchacha era casi un secuestro.
Ella le dijo que aceptaba ser su diva,pero que no podía ir con él, pues tenía diecisiete años y estaba bajo la tutela de sus tíos. (Tíos que acababa de conocer) Pero para Whis esa no era una excusa,pues ella tenia pleno uso de razón y capacidad de decisión. Era libre de escoger cosas como a donde y quien ir simplemente porque podía hacerlo. No era una niña pequeña. Frente a ese simple argumento ella, accedió a acompañarlo,además serían sólo unos días o eso entendio Yume.
Para cuando Whis llegó a ese pequeño mundo,la muchacha estaba dormida en sus brazos. La dejo en esa habitación escondida en la planta más baja de aquel planeta,si así se le podía llamar. Ahí Bills,nunca podría encontrarla si llegaba a despertar. No es que temiera que su señor pudiera hacerle algo a la muchacha. Simplemente quería evitarse justificar su presencia, pues si bien Bills, no iba a poner demasiadas quejas a su presencia podía comenzar a indagar el real motivo porque él, llevo a Yume a ese lugar y no quería explicar algo de índole tan íntimo.Dejo a la mujer acostada en un diván bastante amplio,pues estaba hecho para él y la cubrió con una manta. Estaba algo fría.
Se sentó a su costado y aparto los mechones de cabello que le cubrían el rostro pálido. Ese gesto hizo que la muchacha se agitara en sueños y exhalara un suspiro ¿qué sueños tenía Yume? Hace tiempo se lo había preguntado. Ese mundo onírico que escapaba a él,le llamaba la atención y había mirado en los de su señor tantas veces que ya no guardaban secretos para él. Los sueños de Vegeta y Goku eran similares a los del dios,pero los de Yume,eran un mundo sin explorar que estaba al alcance de su mano. Se recostó a su lado y puso el extremo superior de su cetro sobre la frente de la muchacha, en seguida una imagen se proyecto y le mostraba un páramo de nubes de color damasco sobre el que se veían las estrellas. Bandadas de pájaros volaban en todas direcciones, agitados trinaban en un coro ensordecedor hasta que fueron dejando caer una lluvia de plumas multicolores sobre las nubes,era de ahí que surgía una figura femenina colosal. Una mujer desnuda que parecía estar hecha de bruma y que bailaba esparcimiento plumas al viento. Los sueños sufren violentos cambios de escenario y los de Yume,pasaban de un espacio a otro,mas esa figura de mujer estaba presente en casi todos los escenarios. Era una visión completamente nueva y maravillosa que lo hubiera mantenido bastante distraído,de no ser porque ocurrió algo afuera que lo hizo salir veloz hacia los aposentos de su señor.
Víctima de un mal sueño,tal vez, Bills había destruido medio edificio y lo encontró recostado entre una pila de escombros.Para colmo dos planetas estaban hecho pedazos. Demasiados daños para solo usar su cetro,así que hecho el tiempo atrás para llegar a contener a su señor, antes de que este acabará con todo. Bills siguió durmiendo como si nada,casi se veía inocente allí,en esa cama flotante,entre rocas que eran la huella de las explicaciones de las alarmas. Whis lo miro con desinterés y volvió a ese lugar, mas entonces su diva estaba despierta.
Yume se encontró sola en ese lugar extraño y desprovisto de puertas o ventanas. Camino de un lado a otro buscando a Whis, sin éxito y término por encontrarse con una especie de cubo Rubik,pero que en lugar de colores tenía unos símbolos extraños que a ella le parecieron notas musicales y lo eran. Cada movimiento que realizaba producía un sonido y a medida que iba haciendo que las caras del cubo fueran tomando un solo color,iba surgiendo una melodía. Aquel juguete mantuvo a Yume distraída.
La muchacha había armado aquel rompecabezas para cuando Whis apareció a sus espaldas. Ella no lo advirtió y él se quedó allí en silencio mientras,ella de rodillas en el piso, observaba el cubo flotar frente a su nariz mientras seguía la música que provenía de el tarareando. Sin duda alguna la voz de Yume, adquiría mayor dramatismo cuando era acompañada por alguna melodía.
El ángel se le quedó viendo, mientras una idea le venía a la mente. Últimamente había estado leyendo bastante de música de la tierra. Había aprendido que tenía un lenguaje y que se podía escribir. Los humanos lo llamaban "componer música". Whis manejaba esos conceptos que para Yume no debían ser ajenos como: melodía, ritmo,pulso,pentagramas, armonía y otros más complejos. En conclusión sabía lo suficiente para escribir una obra musical para su diva. Una partitura compuesta sólo para ella,de su mano.Sólo necesitaba eso que llamaban inspiración. Un estimuló,una idea. No venía algo a su cabeza en ese instante, mientras observaba a la muchacha ensimismada en la música de ese objeto que él, levantó una vez de un planeta que ya no existía.
Cuando ella se giró hacia él, vio en ese rostro la huella de la tristeza ¿alguna vez él experimento tristeza? No estaba muy seguro,pero si recordaba sentir algo semejante sólo que mezclado con enojó e ira,en una palabra: indignación.Ignoro ese asunto por el momento y se acercó a Yume, para decirle que ese, sería el lugar que habitaría por el tiempo que estaría ahí y que todo lo que necesitará él, se lo daría. Ella no hizo comentarios respecto a eso,solamente le señaló que no podía estar ahí mucho tiempo.
-no,no será por mucho. Sólo siete conciertos y volverá a su hogar-le dijo apoyando en el suelo una rodilla para hablarle más de cerca-pero me tomara algo de tiempo prepararlos,así que por favor sea paciente.
Si,serían siete solamente. No quería arriesgarse a perder su autodominio. No quería no ser capaz de lidiar con las tormentas de emociones que le causaba la voz de esa mujer,sin embargo, ella ni siquiera cantaba y esa sombra dentro de él,le exalto la idea que si estiraba su mano y tocaba esa boca nuevamente, podría experimentar un deleite sublime.Su sonrisa amable,sus ojos tranquilos escondían la contienda que tenía dentro y la exclamación poderosa que le gritó a esa sombra:"¡retrocede! tú no tienes derecho a la noche"
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Mi Sombra no tiene derecho a la noche
FanfictionLa música ha sido el deleite de los dioses desde tiempos remotos. Nadie queda indiferente al embrujo de esas notas capaces de remover los decidimientos del alma de los hombres y hasta de los ángeles. ¿Qué hay detrás de la perfecta y ecuánime fachada...