cuarenta y dos.

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Whis se quedó viendo la pálida mano de la muchacha,sobre la suya y luego pasó sus ojos sobre ese brazo hasta llegar a aquel rostro que lo miraba con ternura.  No pudo más y la tiró hacia él,para atraparla entre sus brazos apretandola con fuerza contra su cuerpo,mientras ella se aferraba a sus costados. Se habían extrañado tanto. No se dijeron absolutamente nada durante varios minutos y luego,cuando tomaron una pequeña distancia para hablarse, alguien entró subitamente en la habitación.

Era un hombre de unos treinta años, de ojos azules y cabello oscuro,elegantemente vestido que traía un ramo de rosas rojas en la mano y un portafolios bajo el brazo. Estaba diciendo que debía darse prisa,pero al ver a Whis se calló y lo quedo mirando. Primero con sorpresa, luego con recelo y en un tono bastante severo le señaló que él, no podía estar ahí.

-esta bien Viz,él es... alguien muy cercano a mí-le dijo Yume, mirando al ángel quien aun la tenía entre sus brazos.

No la soltó,las manos de Whis siguieron en la cintura de Yume y su mirada de desdén fija en ese sujeto,que le dijo la esperaba en el auto para llevarla a casa. Sabía quién era,pues la observaba. Ese hombre era el hijo del patrocinador y siempre le daba flores a Yume.La visitaba en el camerino y la acompañaba a todas partes evitando que la acosaran,pues tenían muchos administradores que deseaban verla de cerca.

-tal vez sea mejor volver en otro momento-le dijo Whis algo serio.

-no te vayas aún-le dijo sujetándosea él otra vez-deme un poco más de tiempo,además quiero cantar para ti...

-pero el señor Viz la está esperando-le dijo Whis,mas la verdad era que no le importaba nada si él,o quien fuera, la estaba aguardando.

-que espere-le dijo Yume y tomándolo de la mano,lo llevo hasta a una sillón donde le pidió sentarse.

Si,que ese tal Viz esperará allá, afuera y para asegurarse de que no fuera a interrumpir cerro todas las puertas de ese teatro. Una maniobra que podía hacer sin moverse del lugar dónde ella lo dejo. Canciones había muchas y ella escribía las suyas también, pero las guardaba para su más selecta audiencia;los ángeles y para el más selecto de los ángeles había reservado su mejor pieza y con la ayuda de lo único que trajo del hogar del dios de la destrucción,interpreto para Whis una canción cargada de  melancolía, de la bendita y maldita melancolía que nos es sino esa dicha de estar tristes.La melancolía tiene su encanto sino te enfermas de ella y Yume era asi,melancólica pero porque en ese sentimiento encontraba el dramatismo que inyectaba a su voz y claro está,dominaba aquello tan bien como dominaba a Whis con su canto.

La sobrecogedora melancolía de la ausencia,que era un vacío asfixiante y una constante llamada enmudecida en la garganta;la melancolía que lo hacía andar por ahí pensativo y triste,anhelante y que no sabía que era exactamente, ahora encontraba su cauce en el flujo milagroso de la música,porque ésta era capaz de descifrar lo que sentía y, sin darle las palabras descriptivas de la emoción en cuestión,de todos modos le permitía encontrar forma y significado a eso que sentía; melancolía. Así pasó siempre con la música para Whis y para todos  en realidad,mas para él, que obligado a permanecer siempre ecuánime,la música era aún más poderosa.

La oía enredado en esas cadenas invisibles como siempre,mas ahora que su melancolía por la ausencia de Yume fluyó,quedaba sólo ese deseo por volver a tener a su diva,pero mucho más vehemente que antes. Verla y no tenerla era la tortura a la que se sometió gustoso,pero que encendió sus ánimos de una forma que no entendía del todo, mas la voz de Yume, que fue volviéndose aterciopelada; suave,un poco grave y aireada,
le dijo también lo que sentía,
pues  ella sentía lo mismo y como sentía lo mismo,algo en él simplemente estalló. Cuando esa mano de dedos largos y delicados le acarició la barbilla se unió a ella también,cambiando un poco el tono de su voz. Lo bajo,lo hizo un poco más grave y la siguió en un pequeño coro que terminó con la canción al tiempo que las luces sobre ellos se pagaron,pues la oscuridad para ellos era una libertad de quimeras desdeñadas y prejuzgadas,pero honestas y capaces de alzarles a ese nirvana ilusorio de la momentania extinción del ser...

Dos horas después Yume salía del teatro hacia los estacionamiento con el ramo de flores que le dió Whis y las partituras. Viz se había dormido en el asiento del  conductor y cuando ella le golpeó la ventanilla por poco da un grito. Estaba algo destinada y traía un atuendo simple,en lugar del teatral vestido negro de antes. Partieron rumbo a esa casa en la que ella moraba con un para de empleados. Se veía feliz y  Viz no quizo hacerse ideas de porque tardó tanto en salir,pero si le llamó la atención un pequeño triángulo violeta en la frente de la muchacha.

El vestido negro quedó en poder de Whis como un recuerdo tangible de lo que sucedió a nivel sensorial y físico entre los dos. No se lo dijo,pero planeaba ir más seguido a verla,después de todo él no tenía prohibido verla, ni tenerla y los que estaba haciendo era bastante meditado, ella desconocía el propósito,pero aceptaba aquello por lo que esa posibilidad estaba presente y más que nunca.

"Con la música nunca se puede estar seguro: en la medida en que externaliza nuestras pasiones más profundas,la música es siempre una amenaza, la capacidad que tiene no sólo de hacernos sentir sino también, en ciertos momentos, bajo ciertas circunstancias, de expresar un estado emocional que a veces incluso para nosotros mismos puede parecer confuso o ambiguo siempre es peligrosa,pero ninguna más peligrosa que la música de esa mujer que puede entender las emociones a un nivel casi divino.

Yume es demasiado poderosa para que ande libre por ahí,por eso es necesario ponerla en una jaula,mas si es una prisión común aún revestida de oro,ella padecerá y enfermara, perdiendon así su voz y contaminando su espíritu,por esa razón la jaula para esta ave exótica y letal debe ser muy particular. Una que sólo tú puedes crear Whis y por eso es que no puedes alejarte de ella. Finalmente lo has entendido, pero no estás de acuerdo con este método,sin embargo,tu deseo  por ella alimentado por ese amor que despertó en mí te obligan a ir hacia ella y entre más vayas hacia ella más la estaras atando a ti,pues está diva sólo anhela cantar para tu persona. No te sientas mal por ella que no sufrirá de ninguna forma,es más estará colmada de gracias por obra de los ángeles que la reclaman para poder lidiar con esta carga que es la regla de la ecuanimidad...

Puede verse mal desde el punto de vista de los humanos,pero somos ángeles y no pueden juzgarnos con sus normas de moral y conducta. Nosotros podemos entenderlos a ellos,pero no ellos a nosotros. Los mortales deben a nosostros absolutamente todo y jamas les reclamamos algo,pues bien ahora lo hacemos. Queremos a la diva, pues su voz que a superado la calidad humana es por los mortales apenas apreciada como se merece. Yume es de los ángeles la amada y por nosostros reclamda y tú mi querido hijo serás sus cadenas y jaula"

Las palabras de su padre lo indignaban. Quería tener a su diva,pero no de esa forma. Necesitaba pensar con claridad y reflexionar a solas no lo estaba ayudando así que hizo algo que jamás pensó en hacer:hablar con su señor. Bills lo escucho con el ánimo de quien es forzado a hacer algo  que no quiere,pero le prestó atención. Escuchó toda la historia,absolutamente toda la historia,excepto los detalles que Whis considero íntimos.La voz de Yume a él le agradaba bastante,los socegaba más que cualquier otra cosa,pero claro él no era un ángel.

-¿y cual es el problema en que la tengas de ese modo? Es una mortal que nos debe obediencia después de todo-le dijo mientras comía un bocadillo-ademas es la única forma en que pueden estar juntos...

-¡pero será prácticamente una prisionera!-le réplico Whis.

-en cierta forma ya lo es...¿No te das cuenta de lo que le has hecho?-le pregunto Bills-la has enamorado de tí y no sólo eso la volviste mujer,te has marcado a fuego en su ser... El amor es una esclavitud voluntaria, creo que oí eso alguna vez. Pregúntale si está dispuesta a eso por tí y a ver si tú estás dispuesto a eso por ella...

Whis reflexióno esas palabras...

Korn visitó a Yume en su casa. Ningún ángel iba a su casa,pero este apareció ahí tomándola por sorpresa.

-hay algo que quiero decirle, Diva...

Mi Sombra no tiene derecho a la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora