dieciocho.

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Yume miro a Whis a través del espejo,él hacia lo mismo.

-¿por qué me pide algo así,señor Whis?-le pregunto tímidamente.

-en realidad es una petición de mi señor Bills-le dijo él-pero creo que después de todo no es una mala idea.

-preferiría no hacerlo-le dijo la muchacha y busco apartarse de él.

Ella se levantó y Whis se quedó ahí en el piso. Se esperaba una respuesta semejante y lo complacia en cierta forma.

-le pido que lo considere. No podría tener un público más selecto que ángeles y dioses-le dijo Whis.

-no...la verdad no me gusta la idea. Por favor no insista-le dijo.

-me temo que debo hacerlo-le dijo el ángel poniéndose de pie.

Su rostro sombrío y serío le causó a Yume la sensación de que estaba bajo alguna amenaza.

-váyase por favor-le dijo,pero él no sé fue.

Se quedó,camino hasta alcanzarla y tomándolo del brazo la empujo contra la pared.

-usted no está en pocision de negarse a mis peticiones. Le digo que habrá un concierto y que cantará para los dioses y lo hará ¿me ha entendido?

La muchacha trato de empujarlo, pero era inútil. Whis sólo se movería si él,quería hacerlo y no quería.

-¡déjeme! ¡váyase!-le dijo ya más que molesta-¡suéltame por favor!

Whis hacia caso omiso a los gritos de esa muchacha que le exigía la dejara en paz. De sentirse amenazada, pasó al miedo y al enojo en especial por la burlona sonrisa con la que ese ángel,la veía debatirse por intentar soltarse. En un intento desesperado alzó la mano tratando de encajar sus uñas en el rostro de Whis,intento que este frustró sin esfuerzo. El enojo por ser sometida de esa forma,sin ningúna razón o intención aparente crecía conforme los minutos pasaban. No sentía que él quisiera lastimarla,pero si dejarla en ridículo,si hacerle saber que él,que mandaba ahí era él y que ella era sólo un objeto que mantenía para su deleite egoísta.

Whis no iba a ceder sabía lo que se proponía muy bien. Aquello se exaltó con el canto de Yume, pero no logro ser liberado.Él seguía tensó,lo sentía en todo su cuerpo y no podía irse así,menos con aquello nublandole un poco el juicio. Le sujeto ambas manos y las llevó contra la pared con la fuerza precisa y le exigía que cantará en ese concierto,algo a lo que ella estaba sorda y recaía a acceder. Así que él ejerció más presión en todas las formas en las que ya las estaba haciendo. Al final Yume, le gritó que si quería que cantará lo haría ahí mismo en ese mismo momento y él la desafío a hacerlo,pero no la soltó.

Canto con una vehemencia que sólo iba in crescendo en notas que partieron agudas como el filo de una botella rota y que se volvían más y más fina al oído, era como si hubiera entre Yume y Whis,un reto que cumplir,como si volver esas notas agudas al extremo fuera el desafío implícito,subitamente,entre los dos. Yume nunca antes había empleado el registro silbido aún así lo logró de forma magistral. Y mientras ella subía hasta alcanzar aquello Whis, experimentaba el ascenso de su pulso cardíaco,de presión sanguínea y la liberación de adrenalina pertinente a una exitacion de esa naturaleza. Sentía como cada nota conducía su sangre hirviendo a sus pies a, sus manos,a todo su cuerpo y Yume vio como la mirada de ese ángel se tornó furiosa y estaba fija en ella.

La voz de Yume quedo en lo alto suspendida y luego cayó en un  vaivén que fue la misma oscilación que sintió Whis, con la energía acumulada en su interior. Pero la voz de Yume no se detuvo ahí y durante su caída se volvió grave hasta casi sonar masculina y en un cambio súbito volvió a ser aguda y así murió. Whis resoplaba sobre ella,la última nota le dejó la ira ahí,a un paso del clímax porque él se contuvo y la razón era muy obvia para él. No podía liberar eso ahí. Parecía una especie de mounstro, sus rasgos se deformaron, producto de esa furia y tenía la espalda encorvada como un gato que amenaza con atacar,el ceño fruncido a más no poder y de su boca parecía escapar una especie de vapor que era sólo su aliento caliente de rabia. Hasta su esbelta figura había adquirido algo más de volumen o eso parecía.

Su fuerte energía,que escapaba de su cuerpo hizo a Yume colapsar. Su cuerpo inconsciente era sólo sostenido por las manos de Whis,las mismas que quedaron marcadas en la piel pálida de la muchacha que al ser liberada cayó al suelo bruscamente. Él salió volando por la ventana a toda velocidad, ni siquiera se dió cuenta de que a raíz de esa energía que liberaba de forma,semi-conciente,su señor había despertado.

Busco un punto muerto del universo,el más próximo y allí libero todo aquello con una exclamación ronca,viceral. Fue como si hubiera soltado una onda de destrucción masiva. Los mundos a su alrededor se volvieron polvo estelar y los que estaban a mejor distancia se estremecieron. Ningún ser del universo quedó indiferente a esa liberación de poder llena de ira. En la tierra Goku y los demás lo sintieron y quedaron bastante sorprendidos y pasmados. Lejos en el palacio de Zen oh sama, el propio Daishinkan quedó algo confundido al sentir el poder de Whis expulsado de esa forma tan violenta,magna y aún así mesurada.

La ira que sigue a la indignación y la frustración tenía a Whis en ese estado exacerbado. Ahora con la ropa a medio deshacer y el cabello caído,jadeante y cubierto de un sudor frío se sentía socegado y de buen humor. Sin embargo,no podía evitar estremecerse al pensar en lo que la voz de Yume podía llegar a generar en él y en lo que él, era capaz de hacer sólo para que ella cantara lo que necesitaba sentir. Las emociones eran complicadas y ni él,ni los otros ángeles estaban desprovistos de ellas. La clave de su neutralidad era el total dominio de sus sentimientos,como de sus ideas y opiniones,sin embargo,él estaba llendo en el sentido opuesto al volverse presa de ellas de forma deliberada y le surgía una pregunta ¿que buscaba sentir o soltar? ¿por qué de pronto buscaba sentir y sentir sin más que sentir? Yume y ese deseo que le despertaban esa boca,esos labios y ese cuello...ese deseo y ese otro que tuvo hace tanto tiempo ¿qué estaba pasando con él? ¿a donde quería llegar y por qué?

Volvió al templo y la presencia de alguien lo hizo ir directamente hacia la habitación de Yume. Allí estaba la muchacha,ahora con un vestido blanco y su dorado cabello como hilos de oro contra la nieve,se veía como una imagen ilusoria cantando eso que ella llamaba kulning,con sus ojos cerrados a los pies de su padre que oía sentado en el aire con el rostro descansado en su mano.
Nada había en ese rostro aparentemente,pero Whis pudo detectar una pequeña anomalía, algo insignificante y que sólo él y sus hermanos podían haber percibido.

Bills estaba con una rodilla en el piso unos metros más allá,apenas si miro al ángel que quieto ahí, aguardaba a que su padre le diera una señal o ella terminara de cantar. Pasó lo segundo y entonces el Gran Sacerdote, se puso se pie y aplaudió con entusiasmo.

-¡magnífico! ¡magistral! ¡sublime y exquisito!-exclamó Daishinkan-es la voz más extraordinaria que he oído desde hace mucho, mucho tiempo.Lo felicito Bills, su universo guarda mortales excepcionales y no sólo en poder, también en lo que lo ellos denominan artes ¿cual dijo que era su nombre?

-su nombre es Yume,Gran Sacerdote- dijo el dios-es que ella es algo tímida-añadió al recibir una mirada de Daishinkan.

-Yume...que lindo nombre. Sin duda parece sacada de un sueño- comento el Gran Sacerdote -espero volver a escuchar su voz muy pronto.

-por supuesto que lo hará Gran Sacerdote -le dijo Whis -el señor Bills planeaba organizar un concierto para los dioses de los doce universos y desde luego tú y los Zen oh sama serán los invitados de honor.

-¡oh que espléndida idea! Lo felicito Bills,ya era hora de que nos delietara de alguna forma.

-si...-artículo nervioso y torpe el díos.

-será en un mes-intervino Whis-en treinta días terrestres.

El Gran Sacerdote estuvo de acuerdo. Unas palabras de despida y un pequeño obsequio que le dejó Daishinkan a la muchacha en sus propias manos dió por terminado esa inesperada intervención,mas el susurro que le hizo su padre en el oído dejo algo perplejo.La mirada del ángel se posó en las muñecas de la muchacha, estaban amoratadas.

-permitame curar...

Apenas Whis intento acercarse, Yume salió corriendo y se puso detrás de Bills. No estaba asustada,sólo enojada y es que entendía que ese ángel estaba dispuesto incluso a lastimarla con tal de obtener la interpretación que quería. Whis suspiro y con una leve tristeza miro a Yume que lo veía con desprecio y enfado.

Mi Sombra no tiene derecho a la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora