Iba a oírla cantar a cada función que ella,daba y la miraba a la distancia completamente absorto en ella.Su estética figura enfundada en dramáticos atuendos,la luz blanca que cai sobre ella; acentuaban su mágico magnetismo dotado de un aura de romanticismo y misterio que simplemente cautivaba a quien la mirará.La audiencia no le quitaba los ojos de encima, sujetos a su voz potente,de una tesitura fuera de lo común que mutaba de presentación en presentación. Es que ninguna, hasta ese momento,tenía un timbre tan bello,tan expresivo y de colosal registro. Whis podría haberse pasado un día entero definiendo esa voz y a su dueña, sin lograrlo a la perfección.La miraba desde lejos y esos ojos mielosos se posaban en él, borrando al selecto auditorio y dejandolo a solas con ella,que parecía una sirena en su solitaria roca cantando para si misma y volviendo al cielo y el océano afortunados oyentes sólo por casualidad. Apretaba el cetro en su mano derecha mientras la piel se le erizaba y un ligero escalofrío bajaba por su espalda, sintiendo en su cuello la suave caricia de un aliento que respiraba a centímetros de él,la traviesa ilusión de que ella lo envolvía en sus brazos cubriendo sus ojos para sumergirnos en las aguas de su música,donde no podía respirar y los sonidos externos se amortiguaban hasta desaparecer.
Ella lo veía ahora lejano,como un pálido lucero que brilla en el firmamento.
...
-¿por qué la princesa canta en su torre?-le pregunto ella.
-para llamar a los caballeros que quieran salvarla. Como esta prisionera y nadie puede verla, alza su voz en una llamada seductora...que conduce a los caballeros a su muerte...
-¿es ella mala?
-no...ella los invita a rescatarla y ellos van por sus propias razones,eso ya te lo había dicho.
-entonces ella canta llamando y ellos oyen acudiendo a su rescate...
-si...ella llama,seduce con su canto alimentando toda clase de quimeras en ellos.
...
Lo vio partir esa noche como las otras noches y ella recibió los aplausos,luego las flores y de vuelta a su casa,pero ahora con una clara idea en mente. Busco las partituras que le dio Whis y las leyó,las canto y las envío por correo a su director quien la envió a la orquesta. Por dos semanas Diva no se presentó en el teatro,pues preparaba el que decían su mayor espectáculo. Estaba encerrada en su casa de la que apagó todas las luces durante esos días y en soledad cantaba a media voz paseándose por los pasillos tan grácil como un hada que brinca entre las flores de primavera,usando la brisa como impulso y Whis la miraba desde lo alto,mas llegó un momento en que aparto de ella la vista,para lo que aquello fuera una total revelación.
El día llegó y la fila para entrar al teatro era de un kilómetro o más y muchos quedaron sin lugar. Cuando las cortinas se abrieron quedó al descubierto una escena exquisita de un océano con unas rocas donde Yume, cantaba recostada cual sirena reposando a la brisa marina y la luz del sol. Llevaba un vestido negro y rojo, su cabello rubio suelto y sus movimientos,como su canto eran hacia el cielo. Indiferente estaba a la audiencia;ella cantaba al cielo y su voz,de magnético conjuro,era una llamada sublime que en notas de cristal de azúcar iba endulzando y cortando los oídos de quienes escuchaban, pues ese canto estaba tan lleno de anhelo que hería a quienes lo oían,porque era como estar llamando a los sueños,a los quimeras inverosímiles,a las fantasías que causan vergüenza a los deseos prohibidos. Era una invocación a eso que está dormido en la carne,el corazón y el alma,pero que esa voz volvía tan tangible que los oyentes podían saborear lo tabù,oler lo prohibido,sentir la vergüenza de sus añoranzas secretas como también la excitación de tenerlas al alcance de la mano y el placer de entregarse a ellas y en medio de ese éxtasis sensorial del que la audiencia era presa vieron una imagen que parecía un sueño...
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Mi Sombra no tiene derecho a la noche
FanfictionLa música ha sido el deleite de los dioses desde tiempos remotos. Nadie queda indiferente al embrujo de esas notas capaces de remover los decidimientos del alma de los hombres y hasta de los ángeles. ¿Qué hay detrás de la perfecta y ecuánime fachada...