Evan
Veo como Priscila corre hasta Tristán cuando lo visualiza en el pasillo, salta a sus brazos y se besan de una manera apasionada como siempre.
Son muy fogosos, incluso más que yo, y eso es decir mucho, porque todos sabemos quién es el más fogoso en esta universidad.
Y hablando de calenturas, me llega un mensaje.
"Estuviste fantástico en la noche ¿Cuando repetimos?"
Me río mientras niego moviendo mi cabeza, luego alzo la vista viendo como esos dos siguen a los besos.
—¡¿No era que ibas a estudiar?! —le grito molesto y luego sonrío —Hermanita —me burlo.
Priscila rueda los ojos y luego miro como se van, después bufo.
—¿Seré muy evidente? —Me giro y visualizo a Lucía.
Se ve seria.
—Se notan demasiado tus sentimientos, Evan —responde a la pregunta que me hice a mí mismo.
Quedo perplejo, luego reacciono, entonces me río nervioso.
—No sé de qué estás hablando.
Camina despacio hasta mí, sonríe con confianza mientras se acerca.
—Yo sí sé, sé tu secreto hace tiempo, Evan.
Me sobresalto.
—¿Q... ¿Qué secreto?
—Que le digas hermana todo el rato no hará que evites lo evidente.
Trago saliva.
—No... no hay nada evidente —expreso sonrojado y hasta enfadado.
—Yo creo que sí, lo mucho que te gusta Priscila lo es, no puedes ocultarlo, se te nota en la cara.
—Lucía, cállate —Presiono los dientes.
—¿Quieres que te ayude o no?
—¿Eh? —Reacciono confundido —¿Qué? Espera ¡No! Seguro tienes una idea rara.
—¡Ajá! Lo admites.
Ay me engañó, digna hija de su padre.
Bufo.
—Vale, me gusta Priscila, pero eso es imposible, sale con Tristán y yo no soy su estilo de chico —Teniendo en cuenta que soy un mujeriego y ella ha sufrido una traición a manos de uno —. Además, casi que soy como su hermano.
—Correción, no hay sangre de por medio, así que no es así, segundo, su relación con Tristán anda pésimo y tercero...
Alzo una ceja y la interrumpo.
—Un momento ¿Cómo que "anda pésimo"? ¿A qué te refieres?
—Tengo mis métodos —Se mira las uñas —¿Quieres ayuda o no? —repite.
—Debiste ser abogada o algo ¿Por qué te dedicas a la cocina? No entiendo —opino.
Baja la mano y me mira desafiante.
—Porque me gusta ser chef, ahora responde mi pregunta y deja de evadir el tema —exclama directa.
—Eh... no estoy seguro ¿Qué tienes en mente? No quiero meterme en líos.
—Eres Evan Lovelace, ya estás metido en problemas, ¿u olvidas quiénes son tus padres? —Se ríe.
—Vale, la oración correcta sería, no quiero estar en más líos.
—Consíguete una novia —ofrece directo para no dar más vueltas en el tema —así le darás celos.
—¿Qué? Lucía, eso es imposible, todo el mundo sabe aquí que soy un mujeriego, nadie va a creer que tengo una novia, menos Priscila.
—Por eso necesitas una chica convincente, alguien con quien nadie creería que saldrías y pensaran que realmente fueras en serio con ella.
—Tendría que ser alguien cercano y la verdad no se me ocurre nadie —Bufo —. Tengo cabeza de nuez.
Se ríe.
—¿Qué tal yo?
—¿Tú? ¿Mi novia fingida? —Me quedo tildado y luego sonrío —¡No! —Niego moviendo la cabeza sin poder creerlo —Eso suena muy loco.
—¿Por qué no?
—No sé, Lucía, es que... no me imagino saliendo contigo, ni siquiera fingiendo.
—Bueno, si no quieres una solución... —Se gira.
—¡No, espera! —le grito y se detiene.
Se da la vuelta a mirarme sonriente.
—¿Sí?
Trago saliva.
—Cuéntame un poco más del tema.
—Claro.
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Herencia Lovelace (R#12)
Novela JuvenilLibro de la saga Ricoy. Entra para ver la sinopsis. Atención: Contiene spoilers. Atte: Vivi.