65. Preocupaciones

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Evan

Me llega un mensaje de disculpas de Priscila y sonrío, así que se lo muestro a la abuela. Un problema menos, aunque ahora solo me preocupa una cosa.

—Si mi mamá no pudo convencer a mi papá ¿Qué te hace pensar que tú sí lo lograrás? —Alzo una ceja mientras estamos parados en frente de Lovelace Company —No hay forma de que lo hagas cambiar de opinión sobre el testamento.

—Soy Elena Richerd de Ricoy y si de algo estoy segura, es de que los hijos nunca quieren parecerse a sus padres —declara y me río.

—Tampoco tan así —Me lo pienso —. Bueno, sí un poco.

—Por eso estamos aquí, ¿no?

—Touché —Chasqueo los dedos.

Vemos como papá sale del edificio y mi abuela lo detiene en el camino, él sonríe tranquilo.

—Suegrita ¿Qué la trae por aquí? Espero que no venga a molestar a mi esposa, porque la tendré que echar y no de buena manera.

—Tienes suerte, David Lovelace, hoy no vengo por mi hija, sino por mi nieto.

Alza una ceja.

—¿Evan? ¿Qué sucede con él? —Me mira sorprendido —Si tu madre se entera que hablas con tu abuela, harás que se desmaye.

—Una cosa no tiene que ver con la otra —intercede ella —. Quiero hablarte de la herencia, ya que al parecer quieres obligarlo a toda costa a que la obtenga.

—Suegrita, esto es cosa de la mafia, no se meta.

La abuela frunce el ceño.

—No te das cuenta que tu hijo no quiere saber nada de eso, es más, tengo entendido que tu padre te obligó a entrar en esta —Parece que la abuela tiene contactos y averiguó todo, estoy perplejo —¿Quieres acaso ser como tu padre, David?

—Oh my god, you're right —Le da la razón en su idioma natal, al parecer por la sorpresa, luego sonríe —. Tu argumento es bastante válido, así que no tendré más objeción sobre esto.

—¡¿De verdad?! —grito impactado.

—Es que cómo no lo vi —Me mira —. Mi padre siempre poniéndome en contra de mi familia hasta muerto, controlando mi vida, es increíble esa influencia aunque incluso fui el hijo más rebelde —explica pensativo.

—Gracias, papá —Corro a abrazarlo.

—Muy bien, ahora ve y dile a tu madre que se cumplió su deseo —Apoya su mano en mi hombro y sonríe ampliamente —. Así de paso tendré una noche muy romántica —Mueve las cejas.

—¡¡Que horror!! —gritamos al mismo tiempo con la abuela.

Me río y la miro un segundo, luego vuelvo a mi papá.

—No nos cuentes esos detalles.

—Bueno, yo quiero detalles de qué está pasando con Lucía, se lo cuentas a tu abuela y a mí no, pero en serio, no le digas a tu madre que te estás viendo con ella —Mi padre gira su vista a la señora mayor —. Sin ofender, pero ya sabemos los roces que hay entre ustedes.

—No me ofendo —responde la abuela poniéndose seria.

Genial, me alegra que todo esté mejorando, ahora lo que me queda es el problema con Lucía. Quizás en otro momento es lo que menos me haría preocupar, pero creo que estoy bastante ansioso por eso.

Herencia Lovelace (R#12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora