Herencia Lovelace (R#12)

31. Se acabó

Tristán

No puedo creer lo que oí, mucho menos lo que estoy viendo al abrir la puerta. Indignado por el beso que acabo de presenciar, agarro la chaqueta de Evan y lo empujo contra la pared.

—¡¿Y te dices llamar amigo?! —grito furioso.

—Tranquilo, Tristán, yo solo... yo solo le confesé mis sentimientos.

—¡¿Creés que soy idiota?! Escuché toda la maldita conversación —Presiono los dientes.

—¿Todo? ¿Hasta el plan? —expresa nervioso y apenado.

—¡¿Creés que soy imbécil?! —Vuelvo a moverlo para golpearlo otra vez de la rabia que tengo —¡¡Eres mi amigo y haces cosas a mis espaldas!!

—¡¡Ya Tristán, déjalo!! —chilla Priscila agarrándose de mi brazo.

—¡No me toques! —Me aparto de ambos —¡Tú eres la misma mierda que él!

—No... no es así yo... —Lloriquea como siempre pero esta vez sus lágrimas no me afectan.

—¡Me dices a mí de engañarte cuando ni siquiera te da el descaro de apartarlo cuando te besa! —Selaño a Evan y este sobresalta.

—¡Estaba impactada!

—¡¡Me importa una mierda!!

—Tristán, por favor... —Sigue llorando.

—Pueden morirse tú y tu maldito plan —Señalo a Evan y luego a Priscila —, y tú y tu maldito control ¡Se acabó! Amistad, amor, se pueden ir todos juntos a un foso ¡No me importa! —Salgo del aula dando tal portazo que se escucha en todo el pasillo. Visualizo a Lucía en este, que al parecer se quedó escuchando —Y tú también te puedes ir con ellos.

—Lo siento —se disculpa la castaña.

—No me importan las malditas disculpas de nadie —Comienzo a caminar y me sigue —¿Qué quieres? —digo molesto pero moderado ya que los otros dos que me irritan más no son los que me acompañan.

—Estás en todo tu derecho de enojarte —aclara Lucía —pero quiero que sepas que nunca tuve la intención de separarte de Priscila, siempre evité que lo hicieras, ¿recuerdas?

Me detengo y ella hace lo mismo.

—¿A dónde quieres llegar?

—Le mentí a Evan, el plan no era para que ella se separara de ti, lo hice porque quería pasar tiempo con él, porque me gusta —expresa avergonzada ya que sus mejillas se ruborizan —. Jamás quise hacer algo en tu contra, lo juro —Pone la mano en su pecho —. Eres mi amigo, Tristán. Lo lamento tanto —Suspira —. Ahora con lo que te dije, puedes hacer lo que quieras —Se retira en dirección a su clase.

Bufo impactado con toda la información que tiene que procesar mi cabeza.