Luego de hablar con el director Haugen llegué a la conclusión de que iba a necesitar ayuda si quería volver a mi mundo. Sabía que podía contar con el director y de Vlad, pero eso no iba a ser suficiente. Tenía cuatro días hasta el día de mi Ritual de Liberación, si me volvía capaz de utilizar magia todo se volvería más fácil, pero tenía que pensar en lo que haría después. Cuando descubrí que estaba en el mundo de Yrsa hice una lista con los nombres de las personas que podían ayudarme, pero acababa de descubrir que la mayoría de ellos todavía no nacían. Uno de ellos, sin embargo, era probable que estuviera en la flor de su juventud: el Rey Dragón Maos.
Visitarlo se convirtió en mi próximo objetivo, pero todavía no era el momento para eso, era necesario que pusiera en orden mis prioridades para no cometer ningún error. En esos momentos lo primero que debía hacer era hablar con las trillizas y pedirles su ayuda, no como empleadas, sino como amigas; lo siguiente era someterme al Ritual de Liberación para poder utilizar la magia. Si quería seguir progresando en el mundo iba a necesitarla, sobre todo si quería encontrar una forma de volver a mi mundo, después de todo, incluso Haugen no sabe cómo hacerlo, lo mínimo que puedo hacer es esforzarme por mi cuenta para encontrar una solución.
Luego de encontrar una forma de usar a magia iba a tener que estudiar. Freytorin sería perfecta para eso, ¿por cuánto tiempo debía estudiar? No tenía idea, solo sabía que cuando estuviera lista, lo siguiente sería buscar a Maos, él no era un hechicero propiamente, pero los dragones son famosos por sus conocimientos y su amor por la magia y Maos fue el dragón que más amaba la magia así que era probable que él pudiera ayudarme a encontrar una respuesta. No tenía un plan concreto, solo algunas metas por cumplir, cada una más difícil que la anterior.
Llegando a casa reuní y a las trillizas y les conté una versión de mi historia diferente a la real. Omití la parte de los libros y del otro mundo y solo les dije que provenía un lugar lejano en el futuro. Cuando terminé de hablar las niñas me abrazaron y dijeron que harían lo posible por ayudarme. Noté en sus expresiones que no me creían del todo pero eso era lo de menos, saber que contaba con ellas ayudó a tranquilizar mi corazón.
- ¿Entonces qué podemos hacer?
- La próxima semana haré el Ritual de Liberación con Vlad. No las obligaré a hacerlo si no quieren, pero hay muchos beneficios en convertirse en hechiceras.
Las tres lucían nerviosas, todas sabíamos que existía el riesgo de perder incluso la Magia Natural al someterse al ritual, pero al final Aradia, Araea y Amara aceptaron realizarlo para poder ayudarme. Volví a abrazarlas con cariño y gratitud y les preparé como recompensa un pastel de frutas que comieron con gusto. Arthur y Bunny también lo disfrutaron y pidieron un poco más.
Los siguientes cuatro días me dediqué a leer los libros que Vlad me había vendido. 'Fundamentos de la Magia', escrito por Frieren Rose, era un libro técnico que comenzaba hablando sobre los diferentes niveles de magia, para mi sorpresa, incluso dentro de cada uno de los niveles hay más divisiones y los hechizos básicos de grado alto podían llegar a ser más complicados que los hechizos intermedios de grado bajo, la diferencia radicaba en los elementos que se utilizaban. En la magia básica se podía utilizar fuego, viento, agua, luz y oscuridad, mientras que en los intermedios el repertorio agregaba también la magia de espacio y tiempo, por lo que el hechizo espacial más sencillo sería considerado Magia Intermedia sí o sí, mientras que un hechizo de fuego, sin importar lo avanzado que fuera seguiría siendo considerado Magia Básica.
Algo que siempre me molestó mientras leía los libros de Yrsa era la magia de tierra. No había nadie capaz de utilizarla y ni siquiera se hablaba de ella como una posibilidad. Cuando le preguntaron al autor por qué no incluía la tierra entre los elementos básicos, dijo que simplemente no sentía que la tierra fuera algo que pudiera crearse o manipularse con magia, en mi opinión era algo absurdo ya que lo común era tener como cuatro elementos básicos el agua, el fuego, el viento y la tierra, pero incluso en este mundo parecía que la tierra ni siquiera era considerada como un elemento y en todo el libro de Frieren Rose no hay una sola mención a la tierra.
El libro era interesante, aunque algo difícil de procesar. Gracias a él comprendí algunas cosas interesantes como el proceso para convertir el maná en magia, algo que en los libros de Yrsa nunca se explicó en detalle. Al parecer, un hechizo se componía de tres partes: la fórmula, la imagen y el aria.
La fórmula era la base del hechizo, la secuencia escrita que incluía los detalles de la magia. La fórmula tenía que contener elementos técnicos como la cantidad de maná que se utilizaba, su duración, el elemento que utiliza y los ingredientes en caso de ser necesarios. Era la parte más importante y la más difícil de hacer. Los hechiceros de alto nivel podían preparar la fórmula en sus mentes y usaban su propio maná para materializarlo en forma de un círculo mágico, pero los aprendices solían dibujarlo manualmente en papel.
La imagen no era otra cosa que la imaginación del hechicero, tenía que visualizar lo que la magia haría para que esta funcionara. Entre más parecida fuera la imagen mental con la información de la fórmula, mayor sería la tasa de éxito, por ejemplo, si la fórmula indicaba una cantidad de maná muy pequeña pero la imagen era de un efecto gigante, sería muy probable que el hechizo fallara.
El último elemento era el aria o canto, se refería a las palabras utilizadas para lanzar el hechizo. Había arias largas que podía tomar horas recitar y había arias tan cortas como una única palabra. las arias contenían información adicional sobre el hechizo y funcionaban como un vínculo entre el plano real y el imaginario, convirtiendo la imagen y la fórmula en un fenómeno tangible. Entre más específica fuera el aria, mayor sería la probabilidad de éxito, pero al mismo tiempo, más tiempo tomaría recitarla.
Dentro de 'Fundamentos de la Magia' había un ejemplo de cada una de las cosas antes mencionadas, el hechizo que aparecía era Barrera, el cual formaba una pared de maná, era uno de los hechizos más sencillos ya que no pertenecía a ningún elemento de la Magia Básica, tan era así que decían que era posible usarlo utilizando Magia Natural, aunque no había pruebas de ello.
Trate de comprender cada parte del círculo mientras dibujaba la fórmula. No utilizaba letras o números como las que conocía, sino que empleaba una simbología que aparecía explicada en el libro. Era intuitiva, pero no sencilla así que me tardé poco más de una hora en descifrarlo y media hora más en dibujarlo correctamente. El aria era simple, solo había que decir 'Barrera' y ésta aparecería siempre y cuando se hubiera creado una imagen clara que se ajustara a lo establecido en la fórmula. Lo intenté, por supuesto, pero no hubo ninguna reacción, solo era un dibujo en papel después de todo.
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Morí y ahora vivo en mi libro favorito
FantasyDiana es una chica de 16 años que se vio envuelta en un trágico incidente, cuando despierta se da cuenta de que ya no está en México, sino en un bosque. Ahora tendrá que usar todo lo que sabe sobre los mundos de fantasía para tratar de volver a casa...