44. La ciudad de Drasi. Parte II.

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Existe una diferencia enorme entre una aldea y una ciudad, era fácil darse cuenta de eso tan solo con mirar el interior de Drasi, las calles anchas y empedradas eran recorridas por lefi de distintas formas, colores y tamaños, además, decenas de personas avanzaban de un lado a otro. Ver a la gente usando ropa diferente también era un alivio, aunque no me molestaba especialmente tener poca ropa durante el viaje, cada vez que estaba en una aldea el paisaje se volvía infinitamente monótono porque todos usaban siempre lo mismo, pero en Drasi parecía que la gente sí que podía plasmar su propio estilo en su apariencia. Ir de compras estaría alto en mi lista de prioridades, aunque primero tenía cosas más importantes que atender.

Le pregunté a Rika dónde se encontraba el Centro de Comerciantes y me explicó que estaba justo frente al Gremio de Aventureros, ya que íbamos en la misma dirección, seguimos avanzando todos juntos. Bumbum apreció el gesto ya que no tendría que arrastrar toda la carne del jabalí por su cuenta. Pensé en separarme de ellos al encontrar el Centro de Comerciantes, pero opté por entrar con ellos al gremio solo para saber cómo lucía. Creí que estaría lleno de gente intimidante y armada, pero lo cierto era que se parecía mucho al Centro de Comerciantes que conocí en la aldea Mila. Dejamos los carros afuera y llevamos dentro únicamente los cuernos del jabalí. Rika se encargaría del papeleo así que los tomó y se acercó a un escritorio aprovechando que casi no había gente. Al cabo de unos minutos salió junto al empleado del gremio para evaluar la carne, la piel, los colmillos y el corazón del Jobaru. Otro empleado se acercó con una carretilla y comenzó a llevar los materiales a otra parte dentro del gremio.

- Ya está hecho -dijo Rika con una sonrisa-. Nos dieron 50 puntos por cazarlo y otros 20 por traer los materiales en perfecto estado.

El Gremio de Aventureros usaba un sistema de puntos para clasificar a los grupos, a mayor puntaje, más redituables las misiones que pueden tomar. Se clasificaba a los aventureros en rangos del 1 al 5 y con los 70 puntos que acababan de recibir, Hilo de Araña subió al rango 2. Se requerían 100 puntos para subir al segundo rango, 1000 para subir al tercero, 10,000 para el cuarto y 100,000 para el quinto. Además, una vez que un grupo conseguía un millón de puntos recibía el título especial de "Aventurero Dorado" con lo que podía -si quería- convertirse en un miembro de la guardia real. Me parecía peligroso dejar que cualquier persona se convirtiera en un guardia real, pero un millón de puntos era una cantidad tan absurda que en los últimos cien años solo una persona los había conseguido, así que si alguien quisiera hacerle daño a la familia real, sería mucho más fácil lanzar un ataque directo que optar por esta ruta casi imposible.

- Diana -dijo Rika-, tu identificación, por favor.

Le mostré mi identificación y me transfirió 30 monedas de oro, es decir, una sexta parte de las ganancias obtenidas por la misión y la venta de los materiales. 180 monedas de oro por cazar un Jobaru me parecía muy poco, pero Rika me explicó que como aventureros de rango 1 solo recibían un 20% del valor total de la venta. Habían subido al rango 2, pero eso fue después de recibir la recompensa de la misión, de otra forma habrían obtenido el 40% del total. Sentí que los aventureros eran explotados, sobre todo porque solo los de rango 5 recibirían el pago completo por sus misiones, pero así era como hacían las cosas los aventureros, una motivación más para subir de rango, aunque para mí fue un motivo más para no convertirme en aventurera.

Todos en Hilo de Araña se ofrecieron a acompañarme al Centro de Comerciantes, pero ya que podría ser algo tardado, les sugerí reunirnos más tarde, habíamos prometido comer juntos en un bar que les gustaba así que quedamos de vernos frente al gremio al anochecer.

El Centro de Comerciantes en Drasi tiene cuatro pisos de altura y su interior es mucho más amplio que el de la aldea Mila. Apenas entré, una joven recepcionista de cabello plateado se acercó a mí con una sonrisa.

Morí y ahora vivo en mi libro favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora